La Dirección General de Educación Técnico Profesional-UTU presentó el jueves los resultados de la evaluación que hizo del programa de Formación Profesional Básica (FPB), defendido por la Asociación de Funcionarios de UTU y por la Comisión de Defensa de FPB, compuesta por docentes. Además de los datos que brindó UTU, hoy se difundirá otro estudio del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), que plantea algunas recomendaciones, como mantener el programa y reducir su oferta de orientaciones.

El director general de UTU, Juan Pereyra, valoró que se trata de un programa “imprescindible” porque atiende a una población “que otros cursos no”. El jerarca sostuvo que en su plan estratégico de gestión un punto importante es mejorar el FPB, al que consideró “extremadamente importante”. “Lo quiero decir para desvirtuar algunos rumores”, señaló, en alusión a las fuertes críticas que recibieron algunas ideas de reestructura planteadas desde la UTU.

“Queremos un FPB muy potente, muy adaptado a las necesidades, totalmente flexible, agiornado y que cumpla con aquellas premisas que tiene”, dijo, en alusión a la necesidad de mantener la vinculación de adolescentes en el sistema educativo. Adelantó que si bien “los resultados educativos de este curso no son los mejores”, la necesidad de que exista “es total”.

Isabel Carbajal, integrante de la Comisión de Defensa del FPB, señaló a la diaria que si bien las autoridades “dicen que lo quieren fortalecer y que tiene cierta importancia, hay un gran recorte desde el año pasado”. Señaló que el año próximo habrá “el doble de recorte” en la cantidad de grupos.

“Pereyra desprecia que un estudiante pueda elegir qué estudiar siendo tan chico. Las cifras son muy buenas desde todo punto de vista, y cuando muestran los niveles gráficos se empieza a ver la evolución de la aprobación”, indicó Carbajal. Según consideró, la disminución de grupos está obligando a los estudiantes a optar por otras propuestas de ciclo básico.

El miércoles, un día antes de presentar oficialmente la evaluación del programa, mediante una resolución ‒a la que tuvo acceso la diaria‒ la UTU concretó el aumento de edad de ingreso al programa. Para ingresar al plan, en vez de tener 12 años como hasta ahora, se deberá tener al menos 14. Según lo que expusieron las autoridades, ambas evaluaciones realizadas marcan que los mayores de 14 años tienen mayor aprobación y menor deserción en el FPB que en propuestas de ciclo básico tecnológico.

Evaluaciones

En su informe, la UTU destaca que las “debilidades” del FPB refieren a su “implementación” y se plantea la necesidad de una mejor formación de docentes y equipos de dirección. Asimismo, se apunta que el “desconocimiento” de la propuesta por parte de esos actores “se manifiesta en dificultades para resolver la integralidad en la práctica educativa en los EDI [espacios docentes integrados]”. En agosto, la Comisión en Defensa del FPB escribió una carta a Pereyra en la que destacó la coordinación semanal en los EDI, en los que los profesores de un mismo grupo y un educador asignado analizan la situación singular de cada estudiante con el “fin de generar estrategias particulares”. Según los docentes, en dicho encuentro semanal se planifica una tarea educativa integrada e interdisciplinaria y, por lo tanto, habilita a que el plan esté en permanente reformulación, de acuerdo a los procesos personales y grupales.

Por su parte, el informe del Ineed, al que accedió la diaria, considera que, dado el contexto de los “magros resultados” de la educación media básica en el país, “parece relevante mantener esta oferta y atender las preferencias de las familias que manifiestan interés en que sus hijos asistan al FPB, pero no lo logran”. El informe indica que reducir la oferta de 28 orientaciones con las que cuenta el programa “podría contribuir a mejorar su eficiencia”. Para ello se propone tomar en cuenta “cuáles son las que nuclean mayor matrícula y las más innovadoras” y las que se enmarcan en áreas “estratégicas para la generación de conocimiento y desarrollo del país”.

Al respecto, desarrolla que la cantidad de orientaciones “complejiza” la gestión, en especial en términos de continuidad educativa y de recursos humanos y materiales, y “aumenta los costos del programa”. Por otra parte, se destaca que las opciones que nuclean a la mayoría de los estudiantes son gastronomía, mecánica, deporte, informática, belleza capilar, carpintería y electricidad.

Quienes fueron entrevistados por los técnicos del estudio señalaron que el plan “promueve la continuidad educativa”, algo que consideran “relevante”, porque se trata de uno de sus “objetivos centrales”. Asimismo, destacaron el valor de la revinculación y el egreso de estudiantes que estaban por fuera del sistema, “más allá de la cantidad de estudiantes”.

El Ineed sostuvo que el cambio en la edad de ingreso, que en 2016 bajó de 14 a 12 años, “parece haber operado favorablemente sobre los resultados”, que en 2019 “son muy similares” a los del ciclo básico tecnológico. En esa línea, indicaron que los docentes entrevistados señalaron las “bondades” del plan para la “continuidad educativa” y que el cambio en la edad “no representó un inconveniente en la interacción entre los alumnos”. “Estos factores contribuyen a pensar que el cambio en el diseño operó favorablemente para reducir la alta segregación del FPB en términos de la gran concentración de estudiantes vulnerables con débiles trayectorias educativas”, añadieron.