El gobierno de Chile cumple el sábado 11 su primer año de gestión entre pedidos de que se renueve el gabinete y una popularidad del presidente Gabriel Boric que se mantiene en porcentajes bajos. Según una encuesta de la consultora Cadem, la aprobación a Boric subió dos puntos, pero aún así es de 32% y su desaprobación, en cambio, es de 61%.

“Nosotros las encuestas siempre las miramos, pero no determinan ni los cambios de gabinete ni el programa de gobierno”, dijo la ministra vocera del gobierno, Camila Vallejo, ante versiones de renovación del equipo de ministros. En declaraciones a ADN Radio, consideró que el aniversario es momento de “renovar” el compromiso del gobierno con la ciudadanía y “actualizar” las promesas. “Eso implica saber, manifestar y concretar tanto los compromisos programáticos como la capacidad de ir acomodando nuestra agenda en función de las urgencias ciudadanas”, afirmó.

Un día antes, el propio Boric respondió a preguntas de periodistas y dijo que los cambios de gabinete son algo que “decide el presidente de la República, no los editorialistas ni los partidos”, y agregó que esos cambios no se anuncian, “sino que se hacen”. Manifestó también que no se siente presionado al respecto.

Los pedidos de modificaciones en el equipo de gobierno llegan de parte de aliados del gobierno y de la oposición. La derechista Unión Demócrata Independiente reclama la salida de varios ministros por su “deficiente y errático” desempeño, según ADN Radio. Entre ellos, pide que dejen sus carteras la canciller, Antonia Urrejola, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, y el titular de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson.

Entre los aliados del gobierno, se han referido a los cambios de gabinete varios dirigentes del Partido Socialista. Su presidenta, Paulina Vodanovic, manifestó: “Entendiendo que es el presidente quien determina cuándo adecuar sus equipos, me parece importante que iniciemos marzo con ciertas certezas, de manera tal que los equipos actúen lo más afiatados posible para enfrentar los desafíos de gobierno y legislativos, que son muchos”.

Boric ya llevó adelante una reforma en su gabinete en setiembre, después de que fuera rechazado en un plebiscito el proyecto de nueva Constitución elaborado por la Convención Constitucional, un momento político que, según el propio presidente, fue uno de los “más difíciles” que le tocó enfrentar. “Quiero que sepan que hago este cambio de gabinete pensando en nuestro país. Los cambios de gabinete siempre son dramáticos en Chile y este ha tenido su dosis”, dijo Boric por entonces.

Aquel cambio de gabinete les quitó poder a figuras cercanas al presidente chileno, como Jackson o la hasta entonces ministra del Interior, Izkia Siches, e incorporó al gabinete a dirigentes de la centroizquierda chilena, como Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte.

Sobre la posibilidad de nuevas modificaciones, que según informó el periódico digital El Mostrador, se prevén para la próxima semana, Jackson dijo a Radio Cooperativa: “Que haya un sano equilibrio dentro de las relaciones entre los partidos de gobierno es algo deseable. El tema es que el presidente tiene la atribución para fijar y arbitrar cuál es ese equilibrio”.

“Siempre va a ser bueno que los partidos de gobierno puedan mantener una relación fluida con el gobierno, y siempre que hay diferencias o se generan asperezas es bueno que haya diálogo que permita ir superándolas de alguna forma”, agregó.

Jackson dijo que los ministros son “colaboradores” del presidente y que están en sus cargos “por su sola y exclusiva confianza”. El titular de Desarrollo Social y Familia manifestó: “Yo estoy al servicio de un proyecto colectivo, no hay interés individual de estar en uno u otro lado”.

Para el 11 de marzo, está previsto un Consejo de Gabinete al cumplirse un año de gobierno. “Me interesa que todos nuestros colaboradores puedan dar cuenta y que estemos trabajando en terreno como corresponde, como ha sido la característica de nuestro gobierno”, dijo Boric.