“Creo que Donald Trump es hoy más fuerte políticamente que antes”, dijo el senador republicano Lindsey Graham, luego de que el expresidente estadounidense fuera acusado de 37 cargos vinculados a la sustracción de documentos secretos de la Casa Blanca. “Creo que la ley es usada como un arma contra Donald Trump. Este doble estándar es real en la mente de la mayoría de los republicanos”, agregó, según citó el medio digital Politico.

Discursos como el suyo se repitieron en los últimos días, así como las críticas a la Fiscalía por acusarlo. Ante esas reacciones, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, decidió salir a defender públicamente la labor de Jack Smith, el fiscal que designó en noviembre para investigar a Trump. “Cuando nombré al señor Smith, lo hice porque subraya el compromiso del Departamento de Justicia con la independencia y la rendición de cuentas. El señor Smith es un fiscal de carrera veterano” que “reunió a un grupo de fiscales y agentes experimentados y con talento que comparten su compromiso con la integridad y el Estado de derecho”.

Smith investiga a Trump tanto por su implicación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 como por los documentos clasificados de la Casa Blanca hallados en su mansión después de que dejara el gobierno.

Según informó el diario The Guardian, el senador John Cornyn, para minimizar los cargos contra Trump los comparó con el escándalo sobre el uso de un correo privado de Hillary Clinton para comunicaciones oficiales cuando era secretaria de Estado. Por su parte, Trump dijo que Smith se dedica a los “asesinatos políticos” y que los motivos para procesarlo son políticos.

El martes, Trump fue notificado sobre los 37 cargos que enfrenta vinculados con la retención en su mansión de Mar-a-Lago de más de 11.000 documentos secretos, entre ellos unos 100 clasificados como ultrasecretos. De ese modo, Trump, que se declaró inocente, se convirtió en el primer presidente o expresidente en enfrentar cargos penales federales en Estados Unidos.

De los 37 cargos, 31 corresponden al delito de retención deliberada de información de defensa nacional. Los demás son de conspiración para obstruir a la Justicia, ocultación de un documento en una investigación federal, plan para ocultar, declaración falsa a las autoridades, entre otros. Dos de esos delitos, obstrucción a la Justicia y conspiración, pueden penarse con hasta 20 años de cárcel.

Documentos reservados

Según la acusación, entre los documentos encontrados en poder de Trump había algunos relacionados con el armamento nuclear de Estados Unidos y las “capacidades nucleares de un país extranjero”. Otros documentos corresponden a sesiones informativas de inteligencia de la Casa Blanca, en algunos de los cuales se detallan las capacidades militares de Estados Unidos y otros países.

Cajas con archivos se encontraron apiladas en diversas habitaciones, entre ellas el dormitorio de Trump y un baño de su mansión en Palm Beach, en el estado de Florida. “Los documentos clasificados que Trump almacenó en sus cajas incluían información sobre las capacidades de defensa y armas tanto de Estados Unidos como de otros países; programas nucleares de Estados Unidos; vulnerabilidades potenciales a ataques militares de Estados Unidos y de sus aliados; y planes de posibles represalias en respuesta a un ataque extranjero”, dice la acusación, según citó la BBC.

De acuerdo con ese medio, en 2021 Trump les mostró los documentos a otras personas, entre ellas empleados suyos y un escritor. En su club de golf de New Jersey exhibió y describió un “plan de ataque” que, según dijo, había preparado el Departamento de Defensa. De acuerdo con una grabación que forma parte de la prueba de la fiscalía, Trump manifestó que podía haberlo desclasificado él mismo cuando era presidente, pero que como no lo hizo, seguía siendo reservado. En el mismo club mostró a otra persona un mapa secreto relativo a una operación militar.

Los fiscales sostienen que Trump expuso esos documentos ante personas que no tenían autorización para revisarlos y que intentó ocultarlos luego de sus propios abogados cuando las autoridades los reclamaron. Un gran jurado determinó que Trump fuera acusado por esos delitos después de conocer las pruebas recabadas por Smith y su equipo.

En este caso también está acusado el asistente privado de Trump en Mar-a-Lago, Waltine Nauta, de quien se sospecha que trasladó los archivos para ocultarlos del FBI. Nauta enfrenta varios cargos, entre ellos los de conspiración y falsa declaración a las autoridades.

A partir de ahora, el caso recae en la jueza Aileen Cannon, que recibió críticas porque fue nombrada en su cargo por Trump y por haber aprobado un pedido de los abogados del presidente para que un perito especial revisara los documentos. El Departamento de Justicia apeló contra esa decisión y el perito nombrado por Cannon finalmente debió abandonar esa tarea.

La campaña continúa

Trump insiste en que es objeto de una persecución por parte del gobierno de Biden. “Un presidente en funciones corrupto ha hecho arrestar a su principal oponente político por cargos falsos y fabricados, de los cuales él y muchos otros presidentes serían culpables, justo en medio de una elección presidencial en la que está perdiendo por mucho”, dijo en un acto político, según citó Europa Press. Afirmó que esa supuesta “persecución feroz” en su contra es llevada adelante por “las mismas agencias politizadas” que “han realizado campañas ilegales de guerra psicológica contra el pueblo estadounidense”.

Pese a la gravedad de las acusaciones que enfrenta Trump, estas no le impiden competir por la presidencia estadounidense. El exgobernante ya había sido imputado a finales de marzo por uso irregular de recursos de campaña con los que supuestamente pagó por su silencio en 2016 a una actriz porno para que no divulgara la relación que mantuvieron.

Mientras algunos dirigentes defienden a Trump, otros reconocen que puede verse afectado políticamente. Es el caso de exfiscal general Bill Barr, quien dijo que si la mitad de los cargos son ciertos, “está frito”. A su vez, el gobernador de New Hampshire, Chris Sununu, crítico frente a Trump, hizo comentarios similares, según Politico, y concluyó que el daño político “es autoinfligido”. Incluso Graham, fiel al expresidente, tuvo que reconocer: “No me gusta lo que el presidente Trump hizo en ciertos aspectos”.