
Cultura
El poder revolucionario del signo
La emoción de "Adiós al lenguaje" es tan contradictoria como algunos de sus efectos 3D: la película trasunta, como todo Jean-Luc Godard, un fuerte componente de desencanto y melancolía. Al mismo tiempo encuentra, celebra y revela por doquier belleza, exquisitez, placer, amor. Imposible decidir si esto es optimismo o pesimismo: son cuestiones del lenguaje, al que esta película está diciendo, supuestamente, adiós.