En la madrugada del miércoles, a las 00.46, un grupo de militantes a favor del Sí en el referéndum contra la ley de urgente consideración (LUC) pasó frente a la sede de la lista 71 del Partido Nacional y uno de ellos rompió un vidrio. Se realizó una denuncia a la Policía, que acudió al lugar y ahora analiza las cámaras de seguridad para encontrar a los culpables.

El diputado nacionalista Juan Martín Rodríguez acudió a la sede en la avenida 18 de Julio y Joaquín Requena después de que se produjeran los hechos y publicó en su cuenta de Twitter una foto de cómo quedó la ventana. Aseguró que los “militantes del SI” están “debidamente identificados por las cámaras de seguridad”.

Esta mañana también estuvo en la sede y en rueda de prensa afirmó que, según dijeron los oficiales que revisaron las cámaras de seguridad del Ministerio del Interior y según consta en el parte policial, se trataba de un grupo de cinco personas que venían caminando identificados con banderas del Sí, por 18 de Julio desde el Obelisco, que fue el punto de encuentro para mirar la cadena nacional del comando del Sí.

“Venían golpeando las fachadas, golpeando las rejas, cuando llegan a la sede no tienen mejor idea, uno de ellos, que pegarle una patada y generar una rotura en uno de los vidrios de la fachada, eso provoca que dos o tres personas corran hacia un lado, otros hacia otro”, relató el diputado.

Agregó que “la investigación está en curso, [...] tiene que seguir por la vía correspondiente; además de las cámaras del Ministerio del Interior, se iban a solicitar las imágenes de cámaras privadas y poder identificar fehacientemente a las personas que cometieron los hechos”.

Rodriguez entiende que son “episodios aislados”, que “no podría clasificarlos de otra manera”, pero que “lamentamente han sido varios episodios”. En este sentido, señaló varios hechos que trascendieron durante las últimas semanas, por ejemplo, un grupo de militantes del Sí, entre los que estaba un concejal del Frente Amplio (FA) en el municipio E, que bajaron carteles que estaban en la rambla.

Otro de los casos que mencionó fue “el episodio del Cerro, donde un individuo adentraba e insultaba a militantes del No” y afirmó que “en estos últimos días hemos visto en casas de familia arrancar carteles, quemarlos y este [episodio] es otro más”.

Para el diputado, “si bien son aislados, entendemos que son producto de una manija que ha proliferado en las últimas semanas y eso evidentemente permea en la militancia”. Rodríguez destacó la conversación que mantuvieron Luis Lacalle Pou y Fernando Pereira “a efectos de bajar la pelota, de aflojar con la manija” y, en ese sentido, cree que “diferentes actores políticos del gobierno y la oposición hemos colaborado, pero cuando la manija se dio, eso no llega instantáneamente a la militancia, permea y pasan este tipo de episodios”.

Falta de cuórum en Diputados

El martes en la Cámara de Diputados se votó la extensión de los jornales solidarios y la exoneración del IVA para el asado de tira, pero esa sesión comenzó mucho después de lo agendado, porque faltaban diputados de la coalición de gobierno para llegar a cuórum.

Para que se realice una sesión extraordinaria, hay dos caminos: en una sesión ordinaria se vota el próximo encuentro o se juntan firmas de los diputados para agendarla. Este último fue el elegido en esta oportunidad. En el reglamento se establece que para que comience la sesión tienen que estar presentes dos tercios de los firmantes o 50 integrantes de la Cámara.

Según Rodríguez, el martes el FA decidió no entrar, obligando a que los diputados de la coalición tengan que estar presentes para iniciar la votación. “El FA decidió no entrar, si hubiese decidido entrar la sesión arrancaba”, sostuvo.

El diputado explicó que varios de los firmantes “habían solicitado licencia, como ocurre habitualmente. Normalmente, la oposición ingresa y no hay problema, pero al estar a cinco días del referéndum, seguramente haya motivado a que el FA legítimamente haya decidido no entrar y generar esa demora”. Según relató, lo que hicieron los diputados que estaban allí fue “empezar a llamar a los diputados que habían solicitado licencia y decirles que tenían que estar presentes”.