Alrededor de las 17.30, el equipo de comunicación del presidente electo Yamandú Orsi anunció que a las 19.00 el próximo canciller, Mario Lubetkin, saldría a dar a declaraciones sobre las reuniones que mantuvo el exintendente canario en el hotel Radisson con distintas delegaciones de países que vinieron a presenciar la asunción presidencial de este sábado 1° de marzo.
Sin embargo, a la hora del anuncio, del otro lado de la plaza Independencia, personas con banderas del Partido Nacional (y algunas del Partido Colorado) se asomaban a la Torre Ejecutiva a despedir al gobierno actual, en el marco del último Consejo de Ministros y de la ceremonia de arriado del pabellón nacional, encabezada por el presidente de la República saliente, Luis Lacalle Pou.
“Orgullosamente, gracias Luis”, era la inscripción y lema de decenas de calcomanías que las personas llevaban pegadas en la ropa. Frases como “no asumo todavía esto” o que la instancia parecía “un duelo” resonaron entre la multitud mientras aguardaban a que el presidente cruzara a la plaza.
Luis Lacalle Pou y autoridades del gobierno.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
“No hay manera de ser justos si no se cuidan los recursos públicos, como los cuidamos nosotros”
Las personas se aglutinaron afuera de la Torre Ejecutiva a la espera del comienzo de la última actividad de Lacalle Pou como mandatario. Como si fuera un recital, aplaudían y gritaban “¡Presidente! ¡Presidente!”, con la ilusión de que este saliera de una vez.
Antes de salir él, primero lo hicieron su padre y expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera, su madre y exsenadora Julia Pou, su hermano y sus tres hijos, quienes fueron saludados por un corredor humano que formaron los presentes para que pasaran.
Rodeado de los ministros que acompañaron su gestión, el secretario de Presidencia Rodrigo Ferrés, la prosecretaria Mariana Cabrera y la vicepresidenta Beatriz Argimón, Lacalle Pou dio su último discurso como presidente de la República.
“Hace 30 años participé de una ceremonia de este estilo, un poco más austera, acompañando a mi padre al edificio Libertad, donde residía el gobierno en aquella época. Yo tenía 20, 21 años. Si me traslado a esa época, mi sentimiento fue melancolía, pero percibía en aquellos hombres y mujeres que estaban terminando su gobierno que había algo más, y yo no lo podía sentir”, recordó. Ahora que pasaron 30 años y le “toca” participar de un evento igual, expresó que “tuvieron que pasar” esa cantidad de años “para poder sentir algunas cosas”.
“Hoy, este grupo de hombres y mujeres [ministros y ministras] y tantos otros que nos acompañaron en este tiempo, que por suerte, están hoy acá entre nosotros, porque muchas veces es una carrera de postas y no necesariamente quien arranca termina, pero por los cuales -todos- guardo respeto, aprecio y agradecimiento”, continuó.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
El presidente destacó que este viernes termina un gobierno de coalición “que empezó mucho antes de que se firmara un documento llamado Compromiso para el País”. “Empezó como empiezan todos los movimientos, desde la gente, desde un clamor popular, que los políticos no podemos hacer otra cosa que entender, interpretar y ponerlo a andar”, apuntó. En medio del discurso se colaron algunos cánticos como “Luis, amigo, el pueblo está contigo”.
Describió a la gestión como “un gobierno de acción”, y que es un “pecado mortal” para un gobernante “no accionar y no transformar”. “Nosotros no vinimos a esta vida para no jugársela; si nosotros tenemos determinados valores, principios, creencias, las vamos a llevar adelante”. A su vez, remarcó: “No hay manera de ser justos si no se cuidan los recursos públicos, como los cuidamos nosotros estos cinco años”.
En ese sentido, afirmó que “el gobierno es para todos” y que una gestión que “no une, no puede cumplir con los fines esenciales que le son encomendados”, y que eso “se predica con el ejemplo”. “El respeto no se pide, el respeto se da y como mucho se gana”, dijo.
“Y si nosotros lo ganamos, es porque nunca subimos la voz, porque nunca insultamos, porque si había una pelota dividida, la dejábamos pasar, porque no queríamos fracturas sociales”, aseguró.
Afirmó que estos días “no son fáciles” pero son “lindos” y que “a veces cuesta largar”. El presidente relató que hay personas que le han dicho “pero estás loco Luis, ¿vos lo volverías a vivir con las cosas que te tocaron?”, y que su respuesta fue: “Sí, por supuesto que lo volvería a vivir”. “Lo volvería a vivir, corrigiendo errores, por supuesto”, mencionó.
“Cómo no volver a vivirlo, si no hay cosas más lindas en la vida que servir al país de uno”, recalcó. Y finalizó: “Hace cinco años, 60 meses, 1.825 días, dije que me quería hacer cargo, y con satisfacción -no conforme pero con satisfacción-, creemos y creo haber cumplido con ese compromiso”.
Viejos y nuevos amigos
Antes del discurso de despedida, todos los ministros llegaron para el último Consejo. Los únicos jerarcas que acompañaron a Lacalle Pou durante los cinco años fueron Azucena Arbeleche (Economía y Finanzas) y Pablo da Silveira (Educación y Cultura).
Los primeros en llegar fueron Eduardo Sanguinetti (Turismo) y Fernando Mattos (Ganadería, Agricultura y Pesca). Ninguno de los dos está desde el principio del gobierno: Sanguinetti asumió en marzo de 2024, después que Tabaré Viera renunciara para dedicarse a la campaña electoral, y Mattos está en el cargo desde el 27 de junio de 2021, cuando Lacalle Pou cesó a Carlos María Uriarte.
La lista de ministros que participaron del último Consejo y que no comenzaron el gobierno sigue: Nicolás Martinelli, de Interior, ingresó cuando Luis Alberto Heber renunció en noviembre de 2023 por la causa de la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset.
Robert Bouvier, de Ambiente, tomó las riendas del ministerio, cuando Adrián Peña renunció a este después que trascendió que había mentido sobre su título de licenciado en Administración de Empresas. José Luis Falero, en mayo de 2021, aceptó el cargo de ministro de Transporte y Obras Públicas, en reemplazo de Heber que pasó para Interior, luego de que Jorge Larrañaga falleciera.
La ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, trató de hacerse camino como pudo para entrar a la Torre Ejecutiva. La ingeniera se unió al gabinete en noviembre de 2023 por una serie de pases que se dieron, también, por causa de la investigación del pasaporte a Marset: el ministro de Industria de entonces, Omar Paganini, pasó a estar al frente de Relaciones Exteriores una vez que Bustillo renunció a su cargo después que trascendiera la sugerencia que le hizo a la ex vicecanciller Carolina Ache sobre que “pierda” el celular para no entregar información a la Justicia.
El presidente invitó a todos los exjerarcas a participar del último Consejo de Ministros, y uno de los que estaba afuera de la Torre Ejecutiva, con una gabardina beige, aguardando al presidente era Bustillo, a quien semanas atrás le fue retirada del Senado una venia para ser embajador en Perú.
En el evento de cierre de la gestión de Lacalle Pou también estaban Javier García, exministro de Defensa Nacional, sustituido por Armando Castaingdebat en marzo de 2024, por impedimentos de García para hacer campaña electoral si seguía en el cargo. También Pablo Bartol y Martín Lema, exministros de Desarrollo Social en este período que culmina.
A lo lejos, estaba el exministro de Salud Pública Daniel Salinas, quien renunció a su cargo en 2023, y la también cabildante Karina Rando, que fue designada en su lugar. En el Consejo también se encontraba Raúl Lozano (Vivienda y Ordenamiento Territorial), que ingresó a la cartera después que el presidente le pidiera la renuncia a Irene Moreira por la entrega irregular de una vivienda a una militante de Cabildo Abierto.
Por último, también estaba Mario Arizti, que está al frente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social desde mayo de 2024, después de la renuncia de Pablo Mieres por motivos de campaña electoral.
Al finalizar la ceremonia, las personas se volvieron a reunir sobre la calle Ciudadela para despedir al presidente, y entre la multitud, estaba el expresidente del directorio del PN, Pablo Iturralde, quien en mayo de 2024 renunció a su posición, después de que se filtraran chats con el exsenador Gustavo Penadés, imputado por 22 múltiples delitos sexuales, en los que manifestaba su intención de que la causa quedara en manos de la fiscal Alicia Ghione por ser su “amiga” de “gran confianza”.