Deporte
No perdió el rumbo
Faltó poquito, muy poquito, para que este equipo arañador de hazañas pudiese acercarse a la gloria. Ese poquito se mide en tiempo, 4 minutos, en una indecisión defensiva, o en un agotamiento físico extremo, producto del noble esfuerzo solidario que aleja el umbral de la frustración, pero acerca el del agotamiento y la falta de concentración. Uruguay, esta selección de futbolistas uruguayos, sucumbió al final, pero su prestación estuvo acorde a su mítica historia tapizada por la realidad vigente. La sentencia del partido, aquel cabezazo de Gustavo cuando faltaban 4 para el final dejó a Uruguay sin final y sin hazaña, pero con una sensación de vida.