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la diaria

Fuera de sección

Foto: Iván Franco
Fuera de sección

Los germinadores

Esa famosa frase de José Martí que se propagó como virus desde que la pronunció, a finales del siglo XIX -“Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”-, seguramente sea uno de los eslóganes disfrazados de verdad o literatura más ridículos que repetimos en nuestra existencia.
Fuera de sección

Vivir en serie

Netflix marca el tiempo. Es hora de dormir, despídete. Hasta mañana. Delinea el fragmento y disfruta porque conoce las debilidades del hombre: seguir la huella, leer, seguir la trama. La curiosidad roja que nos levanta, que nos lleva dos pasos más allá a estirar los brazos, a presionar la ansiosa llamada. Y vuelve a empezar, siempre. El rito de nuestra consumición, de nuestra desaparición.
Foto: Iván Franco
Fuera de sección

Elogio de la quietud

Estoy tirado boca arriba en la cama mirando el techo, desde hace horas. No deseo otra cosa en la vida que mirar este techo mío ganado a fuerza de trabajo, con sus imperfecciones, las siluetas que crean la luz del mediodía; la del suspiro del alma, en la tardecita; la de la noche implacable. Hace 12 horas que miro el techo y no quiero hacer más nada que fijar en un punto ciego esta existencia demasiado vidente. Borrar los recuerdos, los traumas, toda evocación de pasado e invocación al futuro, habitar un presente continuo y nimio marcado por la frazada que me cubre o descubre según el discurso meteorológico de mi cuerpo.
Foto: Pablo Vignali
Fuera de sección

Ella siempre gana

La Feria del Libro está llena de trampas. Lo sé porque he caído en ellas, sumándole páginas a mi malhumor y restándole billetes a mi billetera. Pero este año es diferente, vengo precavido y atento. Respiro un aire de superioridad: voy a localizar las ratoneras antes de morder el queso. Advertir el engaño no me va a frustrar como antes; al contrario, me dará el placer de quien deschava al ilusionista. Vengo a ver, no a comprar. Hay permiso para la excepción si -y sólo si - encuentro un pequeño y barato tesoro.
Foto: Nicolás Celaya
Fuera de sección

Ni una menos

Llego un poco tarde a la marcha contra la violencia de género. La plaza del Congreso está repleta y el momento de los oradores famosos ha pasado. Queda igual mucho discurso: la elocuencia escrita de las consignas, los diálogos casuales, el pregón de los vendedores de pan relleno, los noteros de televisión afanándose por el testimonio "cross" a la mandíbula. Queda también la facundia de las redes (#NiUnaMenos trending topic) en el chisporroteo de las pantallitas ubicuas.
Foto: Iván Franco
Fuera de sección

Facebook pide documentos

No me habría asombrado si Facebook me hubiera cerrado la cuenta. Fotos reportadas, estados con groserías; gente que se ofende y policías que hacen su trabajo. Abro el navegador y me pide el correo, la contraseña. Algo anda mal. Pero no se trata de una censura. Es que mi nombre no le gusta, no está en la lista de los posibles. Tengo que cambiar. Si no, no me deja entrar. Y yo que me llamo Hoski, que todo el mundo me conoce como El Hoski.
Foto: Iván Franco
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Nada sensual

Recuerdo el impacto que me generó en un corto viaje a España en 2001 una fiesta por la diversidad en el famoso barrio madrileño de Chueca, “el barrio gay más grande de Europa”, se decía por entonces. Los muchachos vestidos ajustadísimos, de raros peinados nuevos, con esa soltura que da vivir entre nos, protegidos en una comunidad, para los más optimistas, encerrados en un gueto posmoderno, para los críticos extremos. Vivir la comodidad de estar casi que sólo entre iguales o disputarle espacios a la ciudad era una tensión que se vislumbraba.
Foto: Santiago Mazzarovich
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Primer documento

Los ciclistas iban y venían por 8 de Octubre a los costados del tranvía. Todos los tranvías son conducidos aquí por inmigrantes eslavos, recién llegados a la tierra de las oportunidades y de la paz. Los eslavos llegan como el resto de los inmigrantes: cruzan en balsa el Atlántico o el Pacífico, luego atraviesan montañas y selvas para establecerse definitivamente en Precariópolis, sin ningún trámite, gracias a la Ley de Inclusión Automática de Inmigrantes que atrae a todos los refugiados del planeta.
Foto: s/d de Autor
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La dinámica de lo impensado

La “dinámica de lo impensado”, si me conceden una coda abrupta y al voleo (que para eso estamos), puede ser una buena definición de cómo se percibe en general la política argentina desde Uruguay. “Impensado” no en el sentido de lo imprevisto o sorpresivo, sino en el sentido de lo que no se pudo o no se ha querido pensar mejor. No hablo, por supuesto, de estas corruptelas del día que atraviesan lamentablemente a amplios sectores dirigenciales del país, sino del hilo histórico de la política argentina, difícil de seguir para los Teseos uruguayos.
Foto: Iván Franco
Fuera de sección

Con una maleta roja

Escribió Emily Dickinson: “Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro”. Un acierto poético de magnitud; una verdad que puede ser construida por la imaginación; un antídoto, también, contra la imposibilidad real de trasladarse físicamente. Un libro con otras geografías, sensibilidades -quién puede dudarlo-, nos sitúa, mientras dura la ficción, en cosmogonías y paisajes nunca vistos y sentidos. Y a veces tienen la potencia arrolladora y la prosa convincente de hacernos creer (la verosimilitud del relato) que verdaderamente viajamos o conocemos tabernas, iglesias, plazas, nieves, el murmullo de un idioma ajeno y distante, mientras observamos pasar y decir a personas del siglo XIX o de nuestra época, ésta en la que vivimos, el paisaje de sus geografías físicas y mentales.