Ese perfil amortiguado nos cegó, y dejó en evidencia que tanta tranquilidad esconde monstruos peores que el peronismo: tenemos sentadas en el Parlamento a personas que consideran que la última dictadura no fue tal.
El dinero y el esfuerzo que se destina al Programa de Alimentación Escolar, lejos de ser un gasto, debe considerarse una inversión. Y una inversión de las mejores que puede hacer un país.
Hoy está en juego una idea vareliana de escuela pública universal para todos o una escuela selectiva en prestaciones orientadas para los más necesitados.
Mientras los demás países han invertido entre 4% y 8% de su PBI para enfrentar la crisis apoyando a los sectores más vulnerados, Uruguay sólo ha dedicado 0,4%.
La LUC es la herramienta de un proceso que se puede considerar revolucionario porque produce un shock institucional que modifica reglas de juego de las más importantes, en áreas fundamentales.