Ante todo, es un documental sobre la tierra. La tierra que me pertenece, la que le pertenece al otro. La tierra fiscal, el saqueo y la ocupación de la tierra. Sobre trabajar la tierra y sobre venderla. Resistencia, la lucha por el Valle del Aguán (2015) es un reportaje que nos muestra que la vida, cuando la represión embiste, se transforma en una trinchera.

Sin perder la voz autoral o la presencia del realizador durante toda la pieza, el documental consolida una divulgación antropológica y política de la coyuntura hondureña a partir del golpe de Estado a Manuel Zelaya en 2009. Es un relato expansivo: su realizador, el canadiense Jesse Freeston, estuvo ocho años filmando a los integrantes del Movimiento Unificado de Campesinos del Aguan (MUCA) mientras tomaban las tierras del terrateniente Miguel Facussé. Consiguió retratar cómo un movimiento campesino intenta volver a parte de las tierras que le fueron sacadas, luego de la interrupción de 30 años de democracia en Honduras.

Germán, el referente legal de la comunidad, Juan y Yoni, que se enfrentan cara a cara con los enemigos que quieren desahuciarlos, y Blanca, vocera del movimiento, son la prueba de que vivir en comunidad no sólo es posible, sino su mejor futuro.

Jesse Freestone es cofundador de la cooperativa de cineastas Makila.tv, director de dos documentales independientes: Medicina revolucionaria: una historia del primer hospital garífuna, codirigido por Beth Geglia, y Resistencia: la lucha por el Valle de Aguán en 2015. Accedió a dialogar con la diaria sobre la forma en que organizó ocho años de material filmado en dos horas de película.

En el montaje, ¿cómo apoyó la estructura la personalidad de los personajes?

La película se llama Resistencia por tres razones. Primero, el movimiento nacional contra el golpe de Estado se llamó la Resistencia, un nombre que hermanaba distintos movimientos, identidades, regiones e ideologías. Segundo, la palabra es casi igual en los cuatro idiomas coloniales de América. Y como vivo en Montreal, una ciudad sumamente multilingüe, ese detalle me gustaba. Tercero, en francés y en español la palabra significa la capacidad de aguantar y superar golpes y contratiempos. En ese aspecto, todos los personajes principales sufrieron grandes golpes durante el proceso, por encima del golpe de Estado, y los superan cada uno a su manera. Los golpes fueron tantos que no pudimos incluirlos todos en la película. A pesar del sufrimiento, a ninguno de los protagonistas lo motiva la venganza, sino que tienen un objetivo positivo. Cada uno representa una trinchera distinta de la Resistencia en el Aguán. German representa un modelo exitoso, la prueba de que la toma y la cooperativa son instrumentos legítimos para mejorar las vidas de los campesinos y sus comunidades. Juan y Yoni representan el grupo que se da a conocer en la prensa ya que se enfrentan directamente con los poderes que representan el golpe de Estado. Son los que inspiran el movimiento político nacional y el campesinado mundial. Blanca y su familia representan el futuro, los que pueden beneficiarse siguiendo los ejemplos de MUCA y Prieta.

Una vez que tenemos claro el contexto en el Aguán y nuestros tres personajes principales, entra Félix Molina, de la trinchera mediática. Félix nos ofrece risas, y eso es importantísimo. La risa es un elemento clave en todas las resistencias que he visto en mi vida. Todos los documentales son incompletos, pero un documental sobre semejante movimiento que no incluya una muestra del sentido del humor sobre la trama está aún más incompleto. Félix no sólo hace reír; su estilo de hacer entrevistas es particularmente bueno para dotar de humor a sus entrevistados. Después de ver tanto sufrimiento en pocos minutos, necesitamos reírnos un poquito de lo absurda que es la vida, sobre todo la forma que toma en el Aguán. Félix también viene a ofrecernos la perspectiva de un ajeno solidario, de un ojo crítico, y un análisis de las varias dimensiones del conflicto que sólo podemos apreciar una vez que hayamos conocido las realidades encarnadas por Blanca, Juan y German.

¿En qué momento del proceso de la película aparece la voz en off como recurso?

Mi compañero Diego Briceño, cofundador de nuestra cooperativa de cineastas Makila, propuso la voz en off en primera persona. Yo, en ese momento, quería evitar ese estilo, utilizado mucho por los hombres blancos, como yo, cuya máxima expresión es Michael Moore, donde el realizador se pone frente a la cámara como protagonista de la película. Quería evitar la voz en off por completo... Fueron años muy dinámicos en Honduras, con muchos elementos impactando en los destinos de nuestros personajes. Diego me convenció de que una voz en off sería la mejor forma de asegurar que la audiencia tuviera la información necesaria para apreciar cada escena. La escribí con la intención de sólo decir lo necesario, para que las escenas y los protagonistas pudieran ser los vehículos de la historia. Luego, me convenció de que la intimidad de varias escenas deja al espectador con ganas de conocer quién está detrás de la cámara... Entonces optamos por usar mi voz y presentarme en los primeros momentos, pero evitar que se me vea.

¿Se puede saber sobre la decisión para cerrar la historia?

Como decís, es un momento de esperanza. Necesitamos historias de esperanza, sobre todo cuando hay razones legítimas para tenerla. La película documenta mucho sufrimiento, y hay mucho más que quedó fuera de la versión final, y si bien es cierto que todo fue innecesario, producto de la avaricia de algunos y un sistema que los ampara, no fue en vano. MUCA sigue en control de 10.000 manzanas de la tierra más fértil del país, los hijos de German son todos egresados de universidades y contribuyen a su comunidad de distintas maneras. La esperanza que se ve en los ojos, que se escucha en las voces de los miembros del movimiento MOCSAM en la última escena, no es alimentada por una fantasía, es sumamente realista. Es una esperanza realista y, a la vez, una esperanza romántica. Porque cada grupo que consigue tierra abre un nuevo capítulo en la historia de nuestro planeta, da inicio a un nuevo proyecto, aprovecha una oportunidad para construir algo aún más bello, más inclusivo, y más digno... Pero también, como bien constatan los protagonistas de la peli, la toma conlleva bastantes riesgos. Y por eso terminamos con la mirada de Marvin directamente al lente. “¿Nos ves? Estamos por hacer algo grande. ¿Nos acompañas?”.

La película se puede ver completa en telesurtv.net. En Makila.tv se puede conocer a todos los cineastas que pertenecen a esta cooperativa. Y en jessefreeston.com podemos ver gran parte del trabajo de este director.