El Vilardebó ya es un hospital judicial, y decidir profundizar ese aspecto es una pésima señal que indica que el camino está más cerca de seguir manicomializando la atención que comenzar el proceso inverso.
En el contexto histórico económico y social actual, acarrear con la etiqueta de infectado nos enfrenta a la exclusión; entonces ¿no es acaso ese uno de los miedos a contagiarnos?
Las lesiones de esta crisis pueden dejar graves secuelas, que requerirán medidas de rehabilitación, y cuanto más precoces, mejor. A sus 13 años, el SNIS está rindiendo examen, y le ha tocado una bolilla muy difícil.
Pretender equiparar la dimensión superior de los estados a una minúscula y egoísta concepción “empresarial”, tal como insistentemente se promueve desde las altas esferas del gobierno, nos resulta irracional.
Atentar de manera acrítica contra el Estado es de alguna manera atentar contra el conjunto de capacidades que el país tiene para construir otro tipo de sociedad.
Proponer el aula como espacio público, en momentos en que “lo público” parecería estar en peligro de muerte, nos habilita a colectivizar la palabra que induce al pensamiento, a la reflexión detenida.
La falacia de la persecución política por parte del fiscal de Corte a la fiscal de Carmelo busca justificar lo que en realidad está ocurriendo: una persecución política al fiscal de Corte.