La convocatoria de Samsung y Socialab para estudiantes de secundaria de Argentina y Paraguay comenzó en mayo. Sometidas al voto popular, casi 900 propuestas de la región fueron pasando rondas eliminatorias y los seis finalistas –entre ellos un equipo uruguayo– viajaron a Buenos Aires para exponer su proyecto frente al jurado compuesto por un panel de expertos en educación, ciencia y tecnología.

Victoria Fraschini, directora de Innovación y Comunicación de Socialab, comenta que la organización es “una preincubadora que apoya emprendimientos sociales que tienen que cumplir dos características: primero, requieren resolver un problema social o ayudar a personas en situación de vulnerabilidad; lo segundo es que tienen que ser un modelo económico o, mejor dicho, un modelo de negocios que les permita ser sustentables”. Se le denomina “preincubadora” porque Socialab acompaña a los participantes desde el momento de la idea, es decir que a partir de la concepción del proyecto comienzan a trabajar en conjunto. “Empezó en Argentina y Paraguay; en Uruguay es el segundo año”, dice Fraschini.

El ganador de 2017 es un equipo de jóvenes de la Escuela Provincial de Educación Técnica 4 OEA, de la provincia de Misiones, en Argentina. Su proyecto tiene el nombre de “Nanotecnología para combatir la Escherichia coli” y busca frenar la amenaza a la salud que suponen estos elementos patógenos en el agua de consumo diario. El equipo de estudiantes argentinos justifica la elección de su problema en que existe una ausencia de un sistema cloacal en los barrios residenciales, que sumado a la cantidad acumulada de residuos provocan impactos ambientales en la calidad del agua. El bacilo que se busca combatir, la Escherichia coli, es causante de enfermedades como la diarrea y el síndrome urémico hemolítico.

El método que se propone como solución es colocar el agua en contenedores que la expongan a los rayos ultravioletas del sol, para luego colocar un filtro que tenga nanopartículas de plata, cuyo efecto es antimicrobiano. Los estudiantes aseguran que es una aplicación ya utilizada en otras situaciones. Además de la capacitación de los estudiantes durante todo el trayecto del proyecto, el premio otorgado fueron 15.000 dólares en productos de Samsung para la institución a la que asisten.

Uruguay dijo presente

Es la segunda oportunidad que tienen los uruguayos de participar en este concurso y nada mal les fue a nuestros representantes; entre los seis finalistas quedaron estudiantes del liceo de Canelón Chico, que presentaron un proyecto que consiste en una aplicación que busca aumentar la interacción entre la familia y las instituciones educativas, con el objetivo de atacar la deserción estudiantil.

Basados en los datos de la Encuesta Continua de Hogares, que afirma que 35,4% de los estudiantes entre 11 y 19 años no termina el liceo, la aplicación conecta a tres tipos de usuarios: la familia, los docentes y los administradores. Estos últimos pueden acceder a un historial de uso que pueden utilizar como herramienta ante casos especiales de reiteradas asistencias por parte del alumno, de manera de poder intervenir en la situación. El equipo uruguayo asegura que la app se puede utilizar en cualquier comunidad educativa y que el historial pretende reinsertar al estudiante cuando las alarmas sobre una posible deserción estén sonando.

Todas estas propuestas pueden ser vistas con mayor desarrollo en www.soluciones-futuro.com. En la galería de ideas de la página podemos elegir la pestaña “Consolidación y final”, en la que se pueden ver los proyectos de los seis finalistas.