Las aplicaciones están para hacernos la vida más fácil, para acortar los tiempos y simplificar gestiones. No es una definición técnica, pero por lo menos no es extensa. Comunicarse en las redes sociales, pedir un taxi, gestionar un trámite, ordenar comida... ya sabemos qué hacen las aplicaciones. Dentro de su abanico de posibilidades suele haber un subtipo que refiere a la acción de encontrar: si hablamos de productos es Mercado Libre, si es un encuentro amoroso decimos Tinder y para hoteles, Trivago. En Uruguay se crean muchas de estas aplicaciones, pero aquí nos centraremos en dos que pueden venir bien para andar sin complicaciones en una cena de fin de semana.

La guía perfecta para salir a comer

TATETI cumple una función muy sencilla: reservar mesas. Son muchas las ocasiones en las que más que pedir comida, lo que queríamos era encontrar un buen sitio donde comer y, a su vez, asegurarnos un lugar, en especial en los días más concurridos. Era un poco engorroso ver la carta de un bar en PedidosYa y luego googlear su ubicación, sin tener la más mínima idea de la calidad del lugar.

Esta aplicación tiene una parte más tradicional, que la acerca a aquellas páginas web que califican los distintos bares, con comentarios y puntajes de los usuarios, el tipo de cocina y el promedio de precio. A esto le suma un buen uso del Google Maps, con la ubicación exacta, las múltiples fotos de los bares, horarios de apertura, cierre y disponibilidad para reservar.

Lo interesante es que, si uno ingresa a TATETI sin ninguna idea en la mente, la app te pide permiso para conocer tu ubicación y recomendarte las opciones más cercanas. Sencilla, completamente intuitiva y con una estética muy atractiva, muestra los distintos bares con su foto predeterminada, junto a los kilómetros de distancia y la calificación de los usuarios.

Sitter Go: el Uber de las niñeras

La economía colaborativa está en todos lados. El ejemplo más conocido es Uber, que, no exento de polémica, está haciendo ruido en el transporte uruguayo. Otro caso son formatos como Tutasa o Prezzta, que hacen de la desintermediación financiera su lema para buscar que dos particulares concreten un préstamo de dinero.

Sitter Go es básicamente eso: un análogo a Uber que resulta en una aplicación en la que se puede contratar (o ser) un niñero/a, o como diría Sitter Go, un babysitter. Otra aplicación más que intuitiva que se conecta con nuestro perfil de Facebook para crear un usuario y, acto seguido —en unos simples pasos—, coordinar fecha, horarios y precio con una persona que cuide a los niños entre 0 y 13 años.

Igual que TATETI, hace un muy buen uso de la geolocalización. La app utiliza tu ubicación para mostrarte los babysitters más cercanos, junto a fotos y tarifas. Si ingresamos a sus perfiles, se pueden ver breves descripciones personales junto a la experiencia en el cuidado de niños, la cantidad de trabajos realizados, su valoración y sus recontrataciones. A su vez, se pueden observar los comentarios de otros usuarios y un calendario con la disponibilidad, para que sepamos cuándo pueden ser contratados. Por si no nos interesa qué tan cerca esté de nuestro domicilio, el buscador tiene opciones como los idiomas que maneja el babysitter, si tiene auto o si tiene una tarifa específica.