Originalmente emitida por la cadena AMC, ya ha llegado a Netflix la primera temporada de Sucesor designado, que devuelve a Kiefer Sutherland a la gran intriga internacional que lo hizo la estrella de 24. Todo parte, como en la serie anterior de Sutherland, de una premisa poco probable pero inquietante: a Tom Kirkman, un político de bajo perfil que ocupa el cargo de secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, le corresponde una noche el rol de “sucesor designado”, es decir, de integrante del gabinete que ocuparía el puesto de presidente en el caso de que alguna clase de ataque terminara con las vidas del principal jerarca y sus sustitutos políticos inmediatos. Inevitablemente, esa noche un atentado terrorista vuela al presidente, su gabinete y todo el senado estadounidense, por lo que el nervioso Kirkman pasa a ser, inesperadamente, el hombre más poderoso y con más responsabilidades del mundo, en medio de la peor crisis política que haya atravesado su país.