Carolina Silveira ha sido tanto intérprete como curadora del ciclo Montevideo Danza, con base en la sala Zavala Muniz. Allí, del martes al jueves a las 20.30, presentará Fortuito, con entradas a $ 350 (2x1​ Comunidad la diaria,​ con cupos limitados). Suya fue la propuesta de un laboratorio de creación, una residencia en el taller Casarrodante en la que confluyeron en marzo quienes buscaban colectivizar “inquietudes en el campo de la composición escénica”. Ese proceso es parte del resultado: las pautas de improvisación-composición que se hacen explícitas, el juego de investigar y dar con algo imprevisto, de construir no azarosamente, sino incorporando el accidente. “​Siete bailarinas o seis, tal vez ocho, tal vez más. O menos. ¿Qué significa ser una bailarina? ¿Te hablé ya de estar en la escena, de ese trance? Tendríamos que sentarnos con tiempo y un café. O vendarnos los ojos y proseguir con esta vida loca de los cuerpos. Tocando lo que nos toca. Sintiendo cómo los pensamientos del espacio nos acarician los huesos. ¡Y qué humedad esta piel! (Bailar es siempre en el agua)”, escribe la directora, a modo de introducción.