Patricio se pintó el pelo de amarillo y las palmeras de la Ciudad Vieja estaban comenzando a ponerse verdes. La última vez que habíamos charlado sobre Maracaibo 360, el proyecto musical que inventó junto con su amigo Andrés (más conocido en los ambientes bailables como Tinitus), todavía era invierno, él no había abandonado su look de comerciante de la calle Andes y tocaba su guitarra eléctrica sobre los ritmos disparados por las computadoras de Andrés, en una especie de ensayo abierto en el bar El Living. Esa madrugada había llegado hasta la popular esquina de Paullier y Prato un ruidoso grupo de músicos de jazz a sumarse, a ver qué onda con el experimento, pero el prestigioso DJ Tinitus no parecía muy dispuesto a sincronizar ninguna escala, muy metido en la suya. Afuera, Patricio intercambiaba bromas con los fumadores, y cuando se acordaba, volvía al bar a conectar su instrumento con los de su ensimismado compadre.
Sin previo aviso, y sin una mínima campaña de promoción posterior, en marzo del año pasado lanzaron su primera producción: Bailame, si querés, un EP de cinco tracks (disponible en Youtube, Soundcloud y Spotify) que homenajea desde su nombre y su portada (obra de la artista plástica Josefina Cuneo) al film uruguayo de culto Acto de violencia en una joven periodista (Manuel Lamas, 1988), un disco de lounge bailable y setentero que conecta con artistas como Dimitri From Paris, Moloko, Money Mark y Daft Punk. Una rara avis de la música uruguaya contemporánea que, con extraña alquimia, nos lleva de viaje por versiones de Montevideo que sólo pueden recordarse recorriendo las galerías de 18 de Julio. “Trabajamos mucho con imágenes mentales”, dice Patricio para explicar un concepto detrás del proyecto.
En algún momento de aquel invierno supe de una posible presentación en vivo de Maracaibo, algo así como una fiesta privada, con bailarinas, actrices y números de circo, pero no logré hacerme con un pase para el evento. Tampoco pude confirmar si realmente sucedió.
Luego, Patricio y Andrés desaparecieron por un tiempo, hasta hace unas semanas, cuando, nuevamente sin previo aviso, subieron a Youtube Tindercat rapsodia y Tindercat remix.
Esta vez la imagen que los inspiró fue “un niño robot mirando clases de gym en la tele”. Estas nuevas músicas son nuevos pasajes al pasado, esta vez con un sonido más ochentero, de sintetizadores y cajas de ritmo al servicio del “Auto fantástico” y una participación muy especial del Canario Luna.
Maracaibo 360 surgió con algo de casualidad, me cuenta Patricio con un cigarro en una de sus manos y un vaso de vidrio grueso y whisky con el que convida en la otra: “Tiempo sin vernos, nos encontramos en la calle y decidimos juntarnos para hacer música. Improvisando, empezamos a grabar pistas y más pistas con sintetizadores, sin parar, hasta que tuvimos un disco en tres meses. A veces tirábamos el peor preset de un sinte y lo modificábamos para que fuera más terraja todavía”.
Ambos, de modo diferente, acompañan sus grabaciones con una narración performática atractiva con la que inyectan de caminos posibles sus melodías: fiestas privadas, proyectos de videos, invitados especiales, pistas falsas: “Esto es un policial”, se imagina Patricio, mientras se inclina hacia atrás en una silla plástica en una tarde calurosa de la plaza Matriz; “las cosas van cambiando todo el tiempo”. “Uno de los dos es el diablo, el otro, un músico frustrado por su falta de swing que hizo un pacto para obtener los poderes secretos del groove y la onda. Pero no se sabe cuál es el diablo”, cuenta Andrés Nudelman (Tinitus).
Se conocieron en la adolescencia de ambos, cerca del club Bohemios. Fumaban porro y festejaban la obra del irlandés Richard David James (conocido como Aphex Twin), también la de Fatboy Slim y The Prodigy. Entre sus influencias Andrés reconoce al uruguayo Jorge Graf y al francés Jacques Loussier. Patricio dice que Dangerous todavía es “el disco más moderno de la historia”, y valora altamente su casete con la banda de sonido de Fantasía, la célebre y psicodélica película de Walt Disney que vio por primera vez cuando tenía seis años.
Para este novel año prometen videoclips de Tindercat, música guardada y pronta, con participaciones de las cantantes Inés Errandonea y Alfonsina. Puede que muestren su música en el modo tradicional, con presentación oficial en una sala de teatro, en “un viejo castillo masón de Piriápolis”, tal como lo han planeado en sus mentes.
Para escuchar | ladiaria.com.uy/Uuc ladiaria.com.uy/Uub soundcloud.com/maracaibo360.