Nacido de la cabeza de Santiago Bogacz y Jorge Portillo, Músicas del Subsuelo es un ciclo que busca dar a conocer propuestas sonoras distintas y alejadas del consumo masivo.

Según recuerda Bogacz, a lo largo de su carrera como músicos, ambos fueron acercándose a intérpretes y compositores que no encontraban espacios de exhibición habituales, lo que los llevó a idear esta alternativa. El artista los define como “proyectos que no son ni los más populares ni tampoco accesibles. Que proponen, de alguna forma, nuevas búsquedas, y no tienen visibilidad”. Muchos de ellos se distancian de los géneros más consumidos, lo que, en su opinión, los relega a cierta marginalidad, a lo que se suma una falta de organización colectiva.

Bogacz sostiene que a través del ciclo buscan generar un mayor respeto y valorización hacia el arte. La idea es que se cree un espacio fijo, donde las propuestas convivan con regularidad, y que el proyecto “muestre que hay una actividad constante, y no son hechos esporádicos y al azar”. Eventualmente, esperan que gracias a la constancia y el trabajo el público asista no motivado por quien se presente, sino por el ciclo en sí mismo, “confiando en que, sea lo que sea, va a ser de buen nivel, serio y con cierta vuelta de tuerca”.

En un principio, el ciclo será todos los jueves de marzo. El 7 sonará Matador, donde Bogacz actuará junto con Antonino Restuccia. En el show presentarán el material en el que han estado trabajado recientemente, que incluye improvisación y composición. Compartirán fecha con Fredy Pérez, a quien define como “un gran guitarrista y cantante, gran conocedor del repertorio rioplatense”, con una música que es “súper delicada y fina”.

El 14 será el turno de Portillo. “Es de las propuestas más interesantes del momento. Súper experimental, pero siempre con algo cercano”, opina Bogacz, quien define su estilo como “muy introspectivo”. Se presentará junto con Más Quereres, una agrupación formada por ocho músicos: “Tienen un instrumental muy variado y un pie fuerte en la música popular, pero con un enorme repertorio de arreglos”.

La última fecha de marzo será el 21 con Marcelo Rilla, músico que trabaja con el fuelle y la voz. “Lo he visto hacer improvisación libre, canto renacentista, tocar tango. Es demasiado versátil. Es de esperarse algo muy particular”, dice Bogacz. En esta oportunidad actuará junto con Ney, dúo integrado por Mateo Ottonello (batería) y Marcos Caula (guitarra eléctrica). “Ambos son de los mejores en sus instrumentos acá en Uruguay. Aunque hay algo accesible y ‘a tierra’, lo llevan a un lugar súper climático y les dan espacio a búsquedas muy personales”, sintetiza el músico.

Todos los shows son en Ducón (Durazno y Convención) y comienzan a las 21.00. Las entradas cuestan $ 200 por fecha y hay un abono de $ 500 para todo marzo. Si el espacio funciona y el público se compromete, la idea es que pueda mantenerse durante el año. Según Bogacz, los sonidos que se escucharán serán muy diversos, ya que el ciclo no se adscribe a un género en particular: “Todas son propuestas particulares y con poca visibilidad, poco acceso. El resto es ir y conocer”.