En 2011 se estrenó Hanna, una película dirigida por el británico Joe Wright, el mismo de Expiación, deseo y pecado (en inglés solamente Atonement). La protagonista era Saoirse Ronan, actriz que a los 25 años ya tiene tres nominaciones al Oscar, por la mencionada Atonement (2007), Brooklyn (John Crowley, 2015) y Lady Bird (Greta Gerwig, 2017).
Ronan interpretaba a la adolescente del título, quien desde su más tierna infancia había sido entrenada por Erik (Eric Bana) y termina enfrentándose con la pérfida Marissa Wiegler (Cate Blanchett). Hanna tuvo una aceptación moderada entre la crítica, recaudó algunos millones de dólares y fue reconocida por su banda sonora, escrita por The Chemical Brothers.
Esta no es una reseña de la película, que pueden encontrar en Claro Video y quizás en algún otro servicio de streaming (el bolsillo no da para todos), sino una reseña de la serie de televisión que adapta y amplía el concepto del film original, y que forma parte de la oferta de Prime Video. Que, dicho sea de paso, en los últimos meses mejoró sensiblemente su catálogo.
Trailer de Hanna (en inglés)
La premisa es la misma, aunque en la serie Hanna la chica peligrosa es interpretada por Esme Creed-Miles, el entrenador es Joel Kinnaman (Rick Flag en Suicide Squad) y Mireille Enos es Marissa Wiegler, y si algo deja bien en claro la serie es que nunca alcanza con nombrar sólo su nombre o su apellido: se llama Marissa Wiegler.
Los ocho episodios de poco menos de una hora cada uno profundizan las ideas del guion original, permiten desarrollar más a los personajes e incluyen mucha más acción. No son tantos los momentos en los que se siente la necesidad de estirar la historia para llegar a ocho episodios de poco menos de una hora cada uno. Vayamos a ellos.
Hanna Montaña
Todo comienza 15 años en el pasado, cuando Erik rescata a un bebé de un edificio bastante siniestro ubicado en Rumania. El tiempo pasa y este agente rebelde ahora vive en medio del bosque con Hanna. La jovencita divide su tiempo entre aprender datos enciclopédicos y convertirse en una perfecta máquina de matar, pero lo único que quiere es salir de ahí y conocer a otras personas. Su imprudencia (nadie puede culparla) volverá a ponerla en la mira de la organización que tuvo que ver con la muerte de su madre y con las habilidades sobrehumanas que posee.
Durante los primeros episodios, la serie Hanna va cambiando de forma. No es que ande en busca de su tono, sino que la historia muta de manera interesante. El primer capítulo está dedicado al entrenamiento en el bosque y la huida de los agentes que pretenden eliminar los últimos rastros de todo lo relacionado con su nacimiento. El segundo tiene un comienzo tan distinto, que revisé dos veces el menú para asegurarme de que no había elegido otra serie por error.
Una familia inglesa decide tomarse unas vacaciones en camioneta. En realidad son los padres los que toman esa decisión; a la adolescente Sophie (Rhianne Barreto) le parece una idea espantosa. El destino los llevará a Marruecos, donde cruzarán sus caminos con una Hanna en pleno proceso de escape de sus captores.
La amistad entre las dos muchachas será uno de los elementos más disfrutables de la serie, pese a que la acción las separe en más de una oportunidad. Es tan bueno lo de Barreto en su papel estereotípico como lo es el de Creed-Miles haciendo de Tarzana recién llegada a la civilización luego de una vida en la selva.
Sin embargo, si bien ambas son destacables, las loas se las lleva Creed-Miles, quien carga con el peso de todo el drama, intercalando escenas físicas con otras más dramáticas y algunas que parecen salidas de una típica comedia adolescente.
La perfecta asesina
Aquellos que no tengan la posibilidad de visitar Europa en una semana podrán sacarse un poquito las ganas siguiendo a Hanna (y a Erik, y a Marissa Wiegler) yendo de aquí para allá, intercambiando por momentos los roles de predador y presa, mientras se suman enemigos de peso y legiones de soldados dispuestos a ser carne de cañón del ex agente y su hija adoptiva.
Si bien los hermanos químicos no se encargan en esta ocasión de la banda sonora, hay una muy buena elección de temas musicales, de esos que te hacen sacar el celular y chequear con alguna app qué es lo que está sonando, o utilizar la herramienta X-ray de Prime Video, que con un clic nos da detalles acerca de los actores en pantalla y las canciones que suenan de fondo.
Lo bueno de la extensión de la serie es que permite conocer más acerca de los personajes secundarios, como la compleja y muy humana relación entre Sophie y sus padres, que bastantes problemas tienen entre ellos, y que humaniza (un poco) a Marissa Wiegler, quien tiene dificultades para formar su propia familia aunque no así para amenazar de muerte a las de otros.
Por otro lado, el formato de “corre que te pillo, pilla” puede volverse repetitivo y hay al menos un elemento que se repite hasta el hartazgo, apareciendo más de una docena de veces: ese instante en el que alguien (no importa quién) está a punto de dispararle a quemarropa a otro alguien (tampoco importa) y a último momento alguien (un tercero) lo impide, por lo general disparándole al primer alguien. Te pueden estar torturando durante horas, pero quedate tranquilo que si anticipan demasiado el tiro final son boleta.
Por otra parte, si bien Mireille Enos lo da todo como Marissa (Wiegler), cuando más adelante se incorpora Khalid Abdalla como el pérfido Jerome Sawyer da la sensación de que no da con la talla del papel. Sawyer hace un montón de “cosas malas”, como las hace Jafar (Marwan Kenzari) en la nueva Aladdín (Guy Ritchie, 2019), pero ninguno de los dos logra intimidarnos. O por lo menos no lo hizo conmigo.
Me dejás y yo te dejo
Entre los mencionados zafes de último momento, varios acuerdos (“me rindo si dejás en paz a mi familia”, etcétera) y unas cuantas balaceras, la historia cerrará el círculo y volverá a concentrarse en la organización responsable de los superpoderes de la protagonista. Habrá sacrificios, balaceras, acuerdos y, por supuesto, un último zafe en el anca de un piojo, como para no perder la costumbre.
En abril Amazon renovó la serie para una segunda temporada, que promete revelar más secretos y que tendrá cambios obligados en su elenco. Será otra buena ocasión para disfrutar de una serie que, sin grandes pretensiones, entretiene en base a acción trepidante, escenarios europeos y buena música. A veces es todo lo que necesitamos.