Helen Olhausen es salteña. Ahora vive en Montevideo y trabaja desde su casa como programadora de aplicaciones y productora musical. El martes de mañana, unos días antes de su presentación como solista en el festival Animalas (este sábado en Sala Camacuá), ensayó junto a su banda, a la que considera su familia. “Con Cecilia Simón somos amigas desde hace muchos años, con Ignacio de los Campos hice mi disco, y con Fernando Pacheco tocamos en Isla de Flores”, dice en referencia al proyecto solista de Ignacio que luego se volvió banda. “Yo valoro mucho eso, que el vínculo de humanidad esté sólido en una banda”, agrega.

“Me gusta la experiencia de tocar sola pero también me resulta muy interesante lo que pasa cuando te sostenés en una grupalidad. En este caso, está la banda con la que voy a tocar pero también el núcleo de personas que organiza este festival. Al ser programadora tengo esa cosa de pensar todo el tiempo, y cuando toco con otres puedo soltar un poquito. Ahí me puedo detener un segundo y decir ‘pah, qué lindo suena esto’, y no viene de la máquina que yo programé en el ensayo y que sonó siempre igual”, explica.

Antes de pensar seriamente en una carrera o en el destino de su vida, a Helen le encantaba pasar horas frente a una computadora con el Age of Empire, el GTA, Los Sims, con juegos de aventura gráfica o resolviendo enigmas en su pantalla. También tenía una guitarra que aprendió a tocar desde muy chica, y cuando en su adolescencia sus tres hermanas mayores –que ya vivían en Montevideo– la recibían de visita, le pedían que se pusiera a tocar y a cantar.

“Siempre digo que ellas son mis creadoras. Al principio, yo venía de vacaciones y lo que me gustaba era quedarme jugando en la computadora mientras se iban a trabajar. Pero ellas me insistían en que me aprendiera tal o cual de Amy Winehouse, ponele, y cuando volvían de noche cantábamos todas juntas. Salía horrible, desafinábamos, pero no importaba: éramos re felices”, recuerda.

El impulso

“Hay un momento en que no podés parar, porque te hace feliz. Entonces hay que seguir”, dice convencida. Habla de sus canciones y su vínculo con la música. Prefiere los discos antes que los simples perdidos.

“Escuché algo, me gustó, entonces quiero saber más de esa persona, dame más data”, dice y reconoce un primer momento en que un dato en particular cambió su perspectiva de las cosas: “Cuando era adolescente y por ahí me peleaba con una amiga o con un novio, me encerraba en mi cuarto a programar, estudiaba todo el día, y me acuerdo de que tenía momentos en que cortaba, tocaba la guitarra y la música me hacía llorar, y si no lloraba, no sacaba nada. Ahí me dije: ‘Esto me hace bien, me sana, me cura’. Un día comencé a grabarme. Después un amigo me escuchó y me dijo: ‘vos tenés que tocar, y me consiguió un concierto y experimenté la sensación de estar frente a otros mostrando lo mío’. No paré más”.

Foto del artículo 'Helen Olhausen: “Cuando pasen 20 años las máquinas van a ser las nuevas guitarras”'

Foto: Federico Gutiérrez

“Las canciones manejan curvas energéticas, entonces a nivel de decisión para mí lo más importante es la energía”, dice Helen, que en sus inicios hacía música electrónica con su amiga Cecilia Simón y en otro plan, paralelamente, componía material sola y con su guitarra acústica. “Creo que lo primero es la guitarra y la voz. Con eso la canción tiene que ser como una estaca, después le agregás lo que vos quieras”. Al descubrir su voz y su estilo fundió las dos modalidades con belleza en Romperse (2020), el disco solista que terminó de componer sola en su casa en medio de la pandemia.

“Cuando pasen 20 años las máquinas van a ser las nuevas guitarras”, responde cuando le pregunto por sus otros instrumentos, como el teclado midi con el que hizo sus primeras maquetas, los programas de edición en su computadora, y los sintetizadores que le encanta usar, como un Korg que encuentra siempre práctico, cercano a su sensibilidad y “muy intuitivo”.

“Reconozco que me gusta mucho el control. Y la música es mi válvula para soltar, aunque hace poco también incorporé la idea de que también puedo ser creativa a través de la programación. Cada vez más, son una misma cosa”, sostiene.

“Sobre todo disfruto de tocar en vivo. Disfruto mucho del escenario y de la presencia de quien está ahí. Me atraviesa mucho la energía que hay en un lugar, y también dejo que eso pase. Es muy lindo cuando empezás a tocar la guitarra, cantás la primera frase y, si había un barullo, se produce un silencio y decís ‘pah, qué lindo regalo’. Y ahí yo me entrego”.

“Hoy en día hay una emisión tan masiva de información que la riqueza está en los receptores. Encontrar quien escuche largo y tendido es muy difícil. Entonces con la música se produce algo de retroalimentación, porque a mí me hace bien y a otros también les hace bien. Me ha pasado después de un toque de personas que vengan y me digan: ‘¿te puedo abrazar?’. Y dale”, remata.

Helen Olhausen hoy a las 20.00 en Sala Camacuá, en el marco de la tercera edición de Animalas, festival nacional gestado y protagonizado por mujeres y disidencias. La grilla se completa con Victoria Brion y Se Armó Kokoa + Cabe Trust, y Lilith y Maritza Regia, y Vecinas a los Muros. Entradas en Red Tickets. Dobles, $ 1.300; individuales, $ 690; Comunidad la diaria, 2x1 $ 690.


Fiesta de la Primavera en la Plaza de los Olímpicos

La comparsa Swahili invita a su Festival de la Primavera en Plaza de los Olímpicos (Verdi y Colombes) Desde la 16.00, actuaciones de La Triple Nelson, El Cairo de Montevideo, Juan Chain, Los Mermelada, Los Drivers, Emizario, Choñik Banda, ElsantoRemedio y las comparsas Lulonga, Agguanile, La Fabini, La Gozadera, Más que Lonja y Swahili.

Contra la LUC en el Velódromo

En el Velódromo Municipal (Parque Batlle) tendrá lugar hoy a las 16.00 el acto de lanzamiento oficial de la campaña para derogar 135 artículos de la ley de urgente consideración, bajo la consigna “La LUC no es Uruguay”. Actuarán La Margarita, Curtidores de Hongos, La Música Viene Después y Metele que son Pasteles.

Las Pelotas

A las 20.00 la banda argentina Las Pelotas se presentará en el Teatro de Verano con su espectáculo Versiones. Entradas en Tickantel desde $ 1.040 a $ 1.340.