Ando siguiendo los pasos de Marc Maron desde antes de la pandemia, o sea desde una vida anterior. Sus primeras labores como comediante, ya sea en teatros o apariciones televisivas, no fueron muy promocionadas por estos lares. Muchos recién escucharon hablar de él cuando explotaron los podcast, ya que desde 2009 mantiene el suyo, WTF with Marc Maron, con más de 1.200 episodios, por los que pasaron toda clase de figuras de la comedia, el espectáculo, e incluso Barack Obama mientras era presidente.

Confieso que jamás escuché un solo episodio (no soy fan del formato podcast, por más que tenga uno), pero sí leí un compilado de declaraciones de los entrevistados en su libro Waiting for the Punch, así como leí su especie de autobiografía titulada Attempting Normal. En cuanto a sus actuaciones de comedia, en Netflix se encuentran los especiales Too Real (2017) y End Times Fun (2020), este último con una escena culminante que combina a Mike Pence, Iron Man y Jesús. Recomiendo ambos.

Dicho esto, HBO Max acaba de estrenar un nuevo especial de comedia de Mr. Maron, séptimo de su carrera y primero con esa compañía, disponible en el catálogo de Latinoamérica y titulado Marc Maron: De mal en peor (Marc Maron: From Bleak to Dark). No es necesario haberlo visto, escuchado o reconocido en su faceta de autor, en títulos como Joker o G.L.O.W., para disfrutarlo. Pueden hacerlo después de que se termine esta nueva entrega de sus pensamientos generalmente oscuros.

A propósito de ello, me ocurre algo muy extraño. Adhiero completamente a la despedida de Conan O’Brien de The Tonight Show cuando dijo: “Odio el cinismo, para mí es la peor cualidad, y no nos lleva a ninguna parte”. Y aun así, regreso cada vez que Maron estrena un especial de comedia. Será que encuentro una chispa de esperanza detrás de sus comentarios más pesimistas, o será que creo (o quiero creer) que no los escupe para hundirnos junto con él, sino para hacernos reaccionar. De todas maneras, verlo siempre es un gusto.

En esta oportunidad sale a un escenario despojado y se enfrenta a un público que no le rinde pleitesía, o al menos eso deja entender el ingeniero de sonido que manejó los volúmenes de sus risas. Sin embargo, poco le importa a Maron, que se siente muy cómodo encima del escenario... o será la ataraxia que lo libera. Lo cierto es que se mueve de un lado a otro haciendo sus pequeños pasos de comedia, recibiendo respuestas moderadas, pero disfrutando a cada momento.

Las temáticas que aborda son las esperables por estos tiempos, incluyendo el desastre climático, la cultura de las consecuencias (mal llamada de la cancelación), los tontos que dejaron de ser humildes o el aborto, en un Estados Unidos sacudido por la caída de una famosa sentencia que garantizaba la interrupción del embarazo en todo el país.

Además de esa soltura, este hombre de 59 años tiene algo que no abunda tanto en el ramo: credibilidad. Uno cree (o elige creer) que lo que está contando le ocurrió. Sobre todo porque las anécdotas que comparte no son 100% hilarantes, ni son tan comunes, como la de su padre con principio de demencia tomando salsa de soja con cuchara en un restaurante. Maron muere con sus armas, sacándoles el jugo a momentos verosímiles, como las historias sin pies ni cabeza que le cuenta el novio de su anciana madre.

Aquellos que conozcan un poco de su biografía sabrán que De mal en peor tiene una característica distintiva, por ser el primer especial de comedia que grabó luego de la muerte de su novia, Lynn Shelton, a los 54 años. Lejos de evitarlo, se zambulle en el tema con toda la supuesta sinceridad de quien repite un parlamento varias veces por mes en diferentes partes del mundo.

Sin llegar a los niveles descarnados de Patton Oswalt en el especial Annihilation (2017, disponible en Netflix), en donde también habla de su pareja fallecida, Maron decide centrarse en el manejo del dolor, especialmente durante la pandemia. “¿Podré amar de nuevo? ¿Podré hacer humor de nuevo?”, se pregunta. De lo primero todavía no hay noticias, pero de lo segundo hay buenos minutos de material, casi todo dentro de lo que podríamos considerar “de buen gusto”. No porque considere que deba ser así, sino porque es lo que le sale de sus entrañas.

Después de ese momento cargado, se la agarra con la gente que decide tener hijos y termina con un interesante gag sobre el suicidio con un bate de béisbol, aunque su humor físico no sea el mejor. En total son 65 minutos que permiten conocer el tono en el que se maneja, sin los puntos altos de End Times Fun pero con una credibilidad y sutileza para manejar el escenario que es cada vez más difícil de encontrar.

Marc Maron: De mal en peor, especial de comedia. 65 minutos. En HBO Max.