Territorios con fugas (Leaking Lands) es una videoinstalación a tres pantallas de la artista israelí Ofri Cnaani. La historia comienza con un error: hace cuatro años un incendio puso fin a dos siglos de tesoros que se encontraban en el Museo Nacional de Brasil. Tres mujeres artistas que se encuentran en Nueva York nos enfrentan a la pesadilla cultural que supuso esa pérdida.
Entre lo que fue devorado por las llamas el 2 de setiembre de 2018 en Río de Janeiro había una colección de más de 20 millones de objetos, incluidos registros de la cultura indígena. En el museo funcionaba el Centro de Documentación de Lenguas Indígenas, había archivos de investigaciones académicas de más de 40 años y, entre otras cosas, un departamento de zoología que incluía una excepcional colección de 6,5 millones de especímenes (peces, anfibios, moluscos, reptiles, conchas, corales y mariposas). Su herbario, creado en 1831, tenía una muestra de 550.000 plantas.
“Perdimos nuestra memoria, nuestra historia. No vamos a tener a Luzia nunca más. Luzia murió en el incendio”, dijo al Estadao la presidenta del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil, Kátia Bogéa, al confirmar la pérdida del cráneo de uno de los esqueletos más antiguos encontrado en América, de unos 11.500 años de antigüedad.
“¿Fue un error?”, se pregunta la artista e investigadora israelí Ofri Cnaani, quien partiendo de esa tragedia cuestiona el valor del museo en la era digital mientras invita, en colaboración con la coreógrafa uruguaya Luciana Achugar, a sentir las obras, los objetos y al mismo museo desde lo sensorial más que desde lo consciente, desafiando al espectador en un viaje virtual que se acompaña con gemidos que apelan al placer.
Físico o digital
Las tres artistas de Territorios con fugas se conocieron en Estados Unidos: la coreógrafa uruguaya Luciana Achugar y Ofri Cnaani se encontraron en la escuela de sus hijos en el barrio de Brooklyn y comenzaron a colaborar desde la performance y la danza interviniendo el espacio público. Cnaani y Roxana Fabius, curadora de arte –y también uruguaya radicada en Nueva York–, se conocían desde hace una década y durante años organizaron lecturas grupales con eje feminista, queer (Ema Goldman, Elizabeth A Povinelli y Lucy Lippard son algunas de las autoras que las acompañaron), cuenta Fabius desde Tel Aviv.
En la sala de El Subte todo se reduce a tres gigantes pantallas y desde allí nacen los cuestionamientos: en la era digital ¿siguen siendo necesarias las experiencias donde nos encontramos cara a cara con objetos tan particulares como una máscara extraída a una tribu indígena? Si cuando estamos frente a una obra la vemos a través de la pantalla de nuestro celular, ¿para qué entonces seguir manteniendo esos espacios reales? ¿Para qué seguir invirtiendo en los museos si podemos convertirlos en datos, en pixeles cuyo mantenimiento es muchísimo menor? Un incendio de un museo que no tenía recursos no es un error sino consecuencia de una política que dejó lo cultural como último orejón del tarro.
“Este proyecto”, explica la directora de El Subte, Maru Vidal, “me generó especial interés porque habla de la relevancia y del rol de los museos en el mundo y en sus comunidades, y también de la tensión de las políticas públicas que tenemos que tener para poner en valor todo lo que significa los museos y lo que se contiene en ello”.
El Subte ganó el fondo Artis para proyectos 2023 y gracias a ello se puede mostrar esta obra en Montevideo. Artis es una organización privada estadounidense que apoya a artistas de origen israelí para que conecten con artistas e instituciones de todo el mundo. Así, el 30 de marzo la artista israelita visitará nuestro país para contar sobre su trabajo y conversar con la curadora Roxana Fabius.
Pantallas y aullidos
Desde la plaza Fabini cabe la duda de si el museo está abierto, porque desde la entrada se lo ve oscuro, casi cerrado. La sala principal sólo está iluminada por tres proyecciones gigantes. La intensidad de la experiencia responde a la búsqueda de una historia oral que, en tres idiomas, rescata ese museo de 200 años que en seis horas fue devorado por las llamas.
Territorios con fugas es una videoinstalación, una muestra donde el museo convertido en cenizas es narrado por fotografías recolectadas por WikiCommons e imágenes aportadas por visitantes para recomponer una memoria perdida. En otra pantalla, Cnaani presenta el recorrido de Google Art junto a testimonios de quienes trabajaban allí cuidando la colección y atendiendo al público.
Mientras, en la pantalla central, quizás la más difícil de comprender pero la más profunda, se presenta la colaboración entre Cnaani y la perfórmer y docente Luciana Achugar, que cuestiona el rol del museo colonial que durante siglos extrajo a diferentes culturas objetos sagrados para generar vitrinas anónimas.
“Luciana desarrolló la metodología de la práctica del placer”, explica Fabius. “Ella viene del mundo de la danza y el objetivo del video es que el público deje de pensar de forma racional para conectarse con el cuerpo. Tiene que ver con dejar de ver con los ojos y empezar a ver con la piel, con otros sentidos. La forma de coleccionar del museo occidental fue poner en exhibición, pero muchos de estos objetos tienen poderes o energías en las culturas de origen que no entran en el museo, es como si los desconectan de su realidad. Ofri encuentra en la obra de Luciana Achugar un portal para llegar a esa conexión con el objeto que no pasa por el índice museístico. La incomodidad que genera la obra busca sacarte de la línea, de la narración y de repente te relacionás con la obra en sí misma desde un lugar al que no estamos acostumbrados”, explica la curadora.
Cnaani realiza esta obra en el marco de sus estudios de doctorado, se interesa en la conexión entre lo que se pierde y lo que queda en los recuerdos de sus visitantes, sus trabajadores y los servicios corporativos de Google, como nos explica Fabius: “Ofri entiende que la colección del museo sobrevive a través de esos residuos digitales, donde se generan colecciones de imágenes que es lo único que sobrevive: investiga cómo millones de objetos ahora sólo existen de forma digital a través del recorrido de Google Art, del escaneo 3D o de las fotos que sacó la gente. Todo lo que eso significa para la pérdida pero también para la existencia”.
Territorios con fugas, en el Centro de Exposiciones Subte. Desde el jueves 2 de marzo de lunes a sábados de 12.00 a 19.00. Entrada gratuita.