Cuán refrescante resulta encontrar la pandemia no como contexto sino como parte del argumento de una ficción. Así ocurre con la serie coreana Sabuesos.

El año es 2021 y la ubicación es Seúl, aunque el drama no es ajeno a otras partes del mundo: debido al cierre de casi toda actividad pública por las medidas sanitarias, los dueños de muchísimos negocios hubieron de pedir préstamos a bancos y empresas especializadas que los ayudaran a capear la tormenta. Algunos comerciantes tuvieron que acudir a usureros (legales y de los otros), cayendo muchas veces en manos de despiadados tiburones.

En la serie es una empresa directamente mafiosa la que orquesta los préstamos, con un única intención: obligar a los pequeños comerciantes a endeudarse y así adquirir toda la zona comercial para construir en ella un hotel y casino.

Con lo que no cuentan estos malvados usureros es con los dos jóvenes boxeadores Kim Geon-woo y Hong Woo-jin (Woo Do-hwan y Lee Sang-yi), que se volverán la última línea de defensa para la gente humilde que está por perder todo.

Aunque los protagonistas se vinculan a la trama circunstancialmente, terminarán siendo piezas clave en la guerra entre la empresa tiburón y un prestamista veterano y sin ambiciones que sólo busca ayudar a los necesitados. Pronto, la historia entre los prestamistas –el villanísimo Kim Myeong-gil (Park Sung-woong), que es más malo que tomar agua sudando, y el trágico Choi Tae-ho (Huh Joon-ho)– se devela compleja, lo que exige varios saltos de la historia hacia el pasado para comprender la relación que existe entre estos personajes y el nutrido grupo de secundarios que respaldará a uno u otro bando.

Obviamente, esta gran apuesta coreana logra mantener la tensión y el dramatismo, al tiempo que las condimenta con espectaculares secuencias de acción –no son pocas las ocasiones en las que la dupla de boxeadores deberá enfrentar a un nutridísimo grupo de enemigos–, que no tardan en volverse ultraviolentas y, quizá, no aptas para todos los paladares.

Tratándose de una ficción coreana, además, lo impredecible dice presente. Los inesperados giros hacen que uno se mantenga al borde de la silla y no logre jamás prever qué dirección tomará la historia, amén de que, también a la usanza coreana, no conviene encariñarse demasiado con ninguno de los personajes.

Entre lo muchísimo bueno de la miniserie creada y dirigida por Kim Joo-hwan –que adapta, en una costumbre cada vez más generalizada, el popular webtoon del mismo nombre creado por Jeong Chang–, acaso se puede objetar que sobra al menos uno de los ocho episodios y que el final resulta algo diluido (hay momentos mucho más climáticos durante) y no está a la altura de lo que uno podría esperar de la propia historia. Un reparo menor, que no empaña otra estupenda realización de los coreanos, campeones del género acción en Netflix o cualquier otra plataforma.

Sabuesos. Ocho episodios de aproximadamente una hora. En Netflix.