En Uruguay tenemos una relación algo distante con los Muppets, la genial creación del igualmente genial Jim Henson. En televisión abierta se emitieron varias de sus películas y también la serie animada Muppet Babies (con los personajes en su versión infantil), pero la falta de contacto con la serie original que dio origen al fenómeno hizo que no nos sintiéramos tan cerca de Kermit (la Rana René) y sus amigos, que organizaban un vodevil con estrellas invitadas y nos permitían conocer el backstage. La era del streaming solucionó un poco el asunto, aunque los episodios originales siguen sin estar disponibles en Disney+, imagino que por problemas con los derechos de tantas canciones allí interpretadas.

Hablando de canciones, además de las innumerables estrellas que pasaron por el programa, los Muppets tenían (y tienen) su propia banda, The Electric Mayhem. Al igual que el resto de aquellas creaciones de Henson, funcionaban como entretenimiento para el público menudo, y a la vez como referencias a estrellas del rock y el jazz de los años 70. Desde entonces se han mantenido como personajes secundarios en las aventuras protagonizadas por los héroes de cabecera, hasta que este año desembarcaron en su propia serie estrenada justamente en Disney+, llamada Muppets Mayhem: Confusión eléctrica. Créanme que el título es lo único flojo que tiene.

A lo largo de diez episodios de media hora se cuenta una historia protagonizada por los seis músicos (el líder y tecladista Dr. Teeth, el bajista Floyd Pepper, la guitarrista Janice, el saxofonista Zoot, el trompetista Lips y el baterista e ídolo de multitudes Animal) y un puñado de actores de carne y hueso. Tranquilos, que al principio parece demasiada información con tantos músicos, pero con el correr de los minutos se van definiendo las personalidades, así como algunos roles que son menos destacados que otros. Lips, ya tendrás tu protagónico.

Todo gira alrededor del mundo de la música y, pese a que los grandes talentos de los 70 ya no están presentes, el guion juega en dos o tres niveles: es una serie divertida para niñas y niños, con referencias para los adultos (la intoxicación con malvaviscos vencidos es un trip de alucinógenos), más el siempre presente humor metanarrativo que los Muppets y su mundo siempre manejaron tan bien.

Esta es una serie con títeres y confieso que las primeras escenas me asustaron un poco, ya que en un concierto de la banda se los mostraba de cuerpo entero. Pero durante el resto de la temporada este recurso se usa muy poco, privilegiando las tomas típicas que permiten a los muñecos desplazarse con ese ritmo tan característico. Los titiriteros tienen un gran manejo de la gestualidad y el humor físico, que se combina con un guion plagado de humor para un resultado realmente recomendable.

¿Y la historia? Nora (Lilly Singh) trabaja en una disquera a punto de cerrar, y la última esperanza de mantenerla a flote está en que Electric Mayhem cumpla con un contrato firmado hace décadas y entregue su primer álbum. Con la ayuda del megafan Moog (Tahj Mowry) deberán encauzar a los seis músicos delirantes para que se sienten a componer y luego graben una docena de hits que los devuelvan a un lugar de privilegio. En el medio habrá fiestas, distintos experimentos musicales hasta encontrar su voz original, bloqueos creativos, el mencionado viaje de drogas y hasta un documental filmado por Kevin Smith.

No se trata del único cameo famoso, sino que la serie incluye decenas de actores y músicos renombrados, haciendo casi siempre de ellos mismos o de algún personaje cercano. Pueden buscarlos por ahí o sorprenderse con cada una de esas apariciones. Perdón por nombrarles a Kevin Smith, que ni siquiera es el director más famoso en aparecer en ese episodio.

La serie es bastante episódica, con cada capítulo contando un paso bien distinto de su camino a la fama, pero los últimos tres pueden verse como una pequeña historia de caída y regreso, poco original desde lo dramático, aunque sin perder ni un poquito la calidad del resto de la temporada. De paso, las canciones que van interpretando son simpáticas, pegadizas y están disponibles para ser escuchadas fuera de la plataforma; una combinación perfecta. Y por supuesto que el final será feliz, porque Jim Henson en toda su maravillosidad así lo hubiera querido.

Muppets Mayhem: Confusión eléctrica. 10 episodios de media hora en Disney+.