Con la consigna “¿Alguna vez pensaste en la posibilidad de crear tu propio héroe?”, el Museo Zorrilla (Zorrilla de San Martín 96) convoca a una serie de talleres este fin de semana, bajo el nombre Laboratorio de Héroes. La propuesta, que es parte de un proyecto de la docente Magdalena López y el artista plástico Santiago Dieste, consiste en un dispositivo que incluye tres talleres segmentados por edad y culmina en una exposición, a la que cada persona puede ir a retirar su trabajo –por lo que al final los pedestales quedarían vacíos– o dejarlos en el museo. Se trata de un espacio de creación colectiva en el que se proponen visibilizar “quiénes son los referentes, quiénes son los héroes, a través de un gesto intencionado y habilitante: la intervención de un busto heroico”.

La cita para niños, niñas y adolescentes es este sábado, de 10.30 a 12.30 para niños a partir de siete años, y de 14.00 a 16.00 para adolescentes. Se trata de una actividad gratuita y accesible, para la que no es necesario tener conocimientos previos. El cupo por taller es de 20 personas y hay que inscribirse escribiendo al mail [email protected] detallando nombre, edad del participante y un teléfono de contacto, y especificar si se va a necesitar apoyo de accesibilidad.

Destacan que la actividad propicia “el diálogo intergeneracional”, en tanto “tiene una fuerte intención de encuentro entre los más viejos y los recién llegados a la sociedad”. De este modo, se planteó en forma de talleres segmentados por edades, cuyos productos finales se expondrán en una muestra que podrá visitarse desde el 26 de octubre al 5 de noviembre.

La actividad comienza con una recorrida por el museo. “Lo que planteamos es una caminata por la casa de Zorrilla como gesto de búsqueda de las referencias, de esas personas que hacen que nosotros seamos quienes somos. No es la de superhéroe, tiene más que ver con la mitología griega, que nos ayuda a construirnos, a entender quiénes somos, y es también la raíz de la palabra, que aparece en la épica homérica de La Ilíada y La Odisea: esa persona que protege, que cuida, que tiene algunas características que la hacen destacada para otro”, plantea López.

Foto: difusión.

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Uno de los elementos a destacar es el acento puesto en la mirada. López señala que les interesaba plantear “la necesidad de detenerse por dos cosas: encontrar la mirada y darse cuenta del lugar desde donde uno mira”. “Los dos trabajamos en distintas situaciones de mediación educativa y cultural y nos hemos planteado la necesidad de enseñar a mirar y de conjugar esto con ubicarnos en el lugar desde donde miramos. Es ahí donde se construye el héroe: en relación con una comunidad que camina hacia el reconocimiento de determinados atributos que lo hacen héroe, no es una definición que el héroe haga de sí mismo”.

Aunque el proyecto de López y Dieste ya tiene su camino recorrido, esta propuesta busca ampliarlo, enfrentarlo a lugares menos familiares. En ese contexto, ni el lugar ni la fecha elegidos son aleatorios, sino que responden a una intención. “En la casa de Zorrilla se combinan dos cosas: José Luis Zorrilla, el poeta de la patria, y el jardín donde jugaba el escultor que viste el país, que creó el rostro de Artigas que tenemos en nuestra memoria. Es la oportunidad de poner en diálogo un espacio donde se fueron creando algunos relatos identitarios y verlo como un territorio para caminar y abrir el diálogo hacia algo que moviliza”, explica López. “Está en el borde de lo vandálico –aunque tomemos esta palabra con pinzas, porque su sola mención puede generar resistencia o temor–, en la medida en que significa poder llevar un busto heroico a un espacio que legitima y habilitar que eso pueda ser intervenido. El gesto de rayar habilita trascender un límite y crear”, afirma.

Foto: difusión.

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Por otra parte, define la elección de la fecha de realización como “una coincidencia buscada”. “No es fortuita. Nos parecía que estaba bueno inaugurar la exposición en esta coyuntura del país, un día antes de las elecciones”.

Además, destaca como una de las fortalezas del proyecto la posibilidad de abrir el diálogo al tratarse de una obra de elaboración colectiva y al buscar la participación de personas de distintas edades y procedencias. Destaca que al taller de niños concurrirá un grupo que participa por intermedio de El Abrojo, lo que permite que participen niños que no se conocen previamente. Por otra parte, de tarde participará un grupo de personas en situación de calle, también por intermedio de El Abrojo. “Con el proyecto buscamos abrir las miradas y que se pueda dialogar con todos y con todas”, subraya.