Si Robert De Niro es el mejor actor de todos los tiempos o por lo menos el de los últimos 50 años es una cuestión subjetiva y un debate difícil de zanjar, pero lo que no se discute es que a sus 82 años está en su pico de nivel interpretativo. Conocido públicamente su rechazo por el actual presidente estadounidense, Donald Trump, el hecho de que le hayan ofrecido un papel en el que batalla contra políticos corruptos desde la integridad y la rectitud parece casi un acto de justicia.

Dirigida por un especialista en vínculos de poder como Eric Newman (Griselda, Narcos) y con una gran narradora de ficción como Lesli Linka Glatter (Mad Men, Homeland, The Walking Dead), la nueva serie tipo thriller de Netflix Día cero combina a la perfección la tensión de un drama político con el suspenso de la conspiración.

Día cero es el relato de un devastador ciberataque que afecta a Estados Unidos durante un minuto, en el que se corta la electricidad y aparece un aterrador mensaje en todos los teléfonos: “Esto volverá a suceder”. Los autos y los trenes chocan, los aviones caen, los hospitales colapsan y miles mueren. Es un ataque de una escala sin precedentes que lleva a una reacción igualmente inédita: la presidenta Evelyn Mitchell (Angela Bassett) crea un comité especial para encontrar a los culpables de tal catástrofe. El liderazgo del comité Zero Day le es otorgado al expresidente George Mullen (De Niro), un hombre admirado por su moralidad y honestidad, un conciliador entre republicanos y demócratas, además de veterano de Vietnam. Mullen regresa a la política a regañadientes para descubrir a los atacantes, quienes, valiéndose de las fallas de los sistemas institucionales y tecnológicos de Estados Unidos, amenazan con volver a hacerlo. Todas las sospechas apuntan a Moscú, pero Mullen es cauteloso: “¿Queremos a alguien a quien culpar o queremos la verdad?”, dice.

Mezclando cine apocalíptico con thriller político y la compleja historia personal de Mullen, la serie navega con intensidad en el mundo de las fake news, la vulnerabilidad humana y la falta de control frente a eventos de gran magnitud, el avance de las teorías conspirativas y las suspicacias que instalan miedos infundados, la sensación de inseguridad y psicosis colectiva, los intrincados manejos de la Casa Blanca, la prolongada pugna Rusia-Estados Unidos, la pérdida de confianza en la clase política y la privación de las libertades civiles y abusos institucionales en pos de “saber la verdad”.

De Niro es enorme y lo demuestra una vez más con su interpretación de un Mullen falible, presionado, perturbado por heridas pasadas que no cierran y lleno de dilemas morales, pero también inalterable en sus principios y consecuente en sus ideas. El actor construye magistralmente un personaje de político honesto cuya mente empieza a jugarle malas pasadas. Además de De Niro, en el elenco se destaca Jesse Plemons, quien sigue demostrando su versatilidad en este retorno a una dupla con su colega veterano luego de The Irishman y Killers of the Flower Moon.

La historia atrapa y se sostiene gracias a un buen guion, lleno de giros, que nos lleva del suspenso policial al tráiler de fuerte lucha por el poder mientras echa una mirada al caótico manejo de las crisis en Estados Unidos. Su mayor virtud es traer a la ficción la actualidad política mundial mediante el abordaje de turbulencias económicas (con corralito tipo argentino incluido) y operaciones de inteligencia y de censura a los medios. La apresurada acusación a Rusia como responsable de todo desvía la atención de las fallas internas de Washington.

Hay que resaltar que la potente trama mantiene una verosimilitud pasmosa. No percibimos lo que se nos muestra como un relato distópico, sino como algo que puede suceder en cualquier momento. La sensación de que hay una amenaza latente es difícil de dejar atrás.

Día cero tiene todo lo que esperamos de un thriller político y más. Podemos verla como una reflexión sobre lo esquivo que se ha vuelto conocer la verdad, los obstáculos para impartir justicia, la dificultad para detectar errores y hacer lo correcto, lo peligroso de los gobiernos a los que se les atribuyen superpoderes. La posverdad, la corrupción, la desinformación y la manipulación mediática son parte de ese juego. La serie es un buen recordatorio de lo frágiles que son los sistemas de Estados Unidos y las graves consecuencias de cuando se explotan esas vulnerabilidades.

Día cero. Seis episodios de aproximadamente 50 minutos. En Netflix.