La actriz, comediante, guionista y productora estadounidense Tina Fey es, para muchos, la mejor de su generación. Con un estilo inteligente, situacional e irónico y una enorme capacidad de adaptar su humor a diferentes formatos, como stand up, improvisación y películas, entre 1997 y 2006 formó parte del elenco principal de Saturday Night Live y se ha transformado, luego de 40 años de carrera y siendo la mujer comediante más galardonada de la historia (nueve Emmy, tres Globo de Oro, siete del sindicato de guionistas, cinco SAG y distinguida con el premio Mark Twain de humor), en la “reina de la comedia”. Luego del éxito de Unbreakable Kimmy Schmidt, Fey se pone al frente de la serie Las cuatro estaciones (The Four Seasons), su nuevo proyecto como directora, guionista y también protagonista, rodeándose de lo mejor de la comedia y uniendo a un verdadero dream team: Steve Carell (The Office, El paciente), Colman Domingo (Euphoria), Will Forte (SNL, How I Met Your Mother), Kerri Kenney (The Ellen Show) y Marco Calvani.
The Four Seasons (adaptación de la película homónima de 1981, de Alan Alda, quien aquí aparece en un rol secundario) narra con humor y elegancia la historia de tres parejas de viejos amigos de la universidad, cincuentones y adinerados, que, religiosamente, se van juntos de viaje cuatro veces al año. Fey interpreta a la pragmática y algo tensa Kate, quien es la organizadora de estas minivacaciones trimestrales y está casada con el afable e hipocondríaco Jack (Forte), el conciliador del grupo. Todo este universo de escapadas lujosas y felices se derrumba cuando Nick (Carell, una vez más recordándonos el excelente actor que es, además de su talento para la comedia) les hace un explosivo anuncio: tiene pensado dejar a su incondicional esposa Anne (Kenney) después de 25 años de matrimonio. Completan el sexteto de amigos viajeros los histriónicos Danny (Domingo) y su esposo Claude (Calvani), un sensible e intenso italiano cuya principal preocupación es la salud de Danny.
A través de una narrativa rápida y sofisticada vemos cómo este giro inesperado altera la dinámica grupal, cambiando por completo su forma de vincularse y sacando a la luz viejos conflictos y nuevos problemas. Con delicada sutileza al mejor estilo The White Lotus (pero sin asesinatos), muestra cómo durante un año y cuatro viajes (uno por cada estación y con la banda sonora de Vivaldi como nexo temático), y con el ingreso al grupo de la enérgica Ginny (Erika Henningsen) como la nueva pareja de Nick, cada integrante experimenta su propia mutación, abordando con humor y empatía la crisis de la mediana edad, los vínculos intergeneracionales, la amistad, la lealtad, la construcción de las relaciones adultas y lo perdurable de los matrimonios, así como la importancia de la comunicación, las mentiras y la culpa, la desconexión emocional, la pasión en la madurez, la utopía de la felicidad constante, la búsqueda de la realización individual y el concepto romantizado del amor.
Esta cálida serie tiene la gran habilidad de relatar circunstancias profundas con la simpleza y la sensación de liviandad propias de la comedia bien ejecutada: el sentimiento de renacer al empezar de cero luego de un divorcio, la idea de que la construcción de una pareja es un trabajo diario, las nuevas formas de relacionamiento, la endulzada creencia en las almas gemelas y el esfuerzo (y la satisfacción) que implica sostener una relación. Y si bien gran parte de la trama se centra en la separación de Nick y Anne, las otras parejas se mueven e interpelan dando sus propias batallas: Kate y Jack, quienes parecen siempre cómplices, descubren que quejarse de todo no necesariamente es bueno, y Danny y Claude luchan por encontrar el equilibrio entre amar a alguien y asfixiarlo. Se exploran las diferentes formas que encuentran las personas de resolver sus conflictos, las concesiones que hacemos para que las cosas funcionen, los tratos implícitos con amigos y parejas y el quedarse cuando todo se complica.
Las cuatro estaciones es una historia agradable, y no por eso menos profunda. Sus creadores, con Fey a la cabeza, nos ofrecen una mirada diferente y describen a la perfección las complejas redes de relaciones intensas y vívidas, con muchos años de historia, en las que cada pareja y cada amistad tienen su momento de gloria y reencuentro, pero también experimentan algún tipo de ruptura o estallido interno. Los mejores talentos de la comedia se juntaron y transformaron esta serie en un agudo análisis sobre el amor y el valor de la amistad.
Las cuatro estaciones. Miniserie en Netflix.