José Adán Olivera, exjefe de Policía de Cerro Largo, fue condenado a través de un juicio abreviado por un delito de abuso de funciones agravado y por un delito de revelación de secreto agravado a la pena de cuatro meses de prisión, que será cumplida fuera de la cárcel en un régimen de libertad vigilada. Además, se dispuso una multa económica y la inhabilitación del ejercicio de cargos públicos.
El resto de los policías involucrados, que tienen menos jerarquía, fueron absueltos porque se entendió que actuaron bajo la “debida obediencia” del jerarca, es decir, de Olivera, quien “tomó conocimiento del ilícito y no investigó”. “Dejen que yo me encargo”, consignó Cerro Largo Portal que fue su respuesta.
Hubo dos investigaciones que se unificaron: una a cargo de la Fiscalía de Cerro Largo, con la fiscal Letizia Siqueira al frente, y otra en manos de la Fiscalía de Treinta y Tres, con la fiscal Ana Paula Segovia. La investigación quedó bajo la responsabilidad de Segovia, quien llevó adelante el juicio abreviado en el que el exjerarca asumió su responsabilidad en los delitos cometidos.
Olivera había sido imputado en diciembre del año pasado por el delito de revelación de secreto y se le impusieron como medidas cautelares la fijación de domicilio y la prohibición de salir del país hasta que se presentara la acusación.
El exjefe de Policía de Cerro Largo fue acusado de haber puesto en conocimiento a un policía imputado por contrabando en el caso asociado al estadio Ubilla, administrado por la intendencia de ese departamento, de que había una investigación en su contra. En el celular que se le incautó al policía, que ahora está preso, encontraron audios en los que Olivera le avisaba que era investigado.
Olivera renunció a su cargo para “no involucrar al Ministerio del Interior” en irregularidades y delitos. Se investigó la existencia de una presunta red de corrupción policial en Cerro Largo.