Cuando faltan 11 meses para las elecciones presidenciales brasileñas, el panorama aún no está definido, pero la posibilidad de que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sea candidato parece cada vez más cercana.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) que el pasado 27 de octubre cumplió 76 años de edad viene manteniendo una intensa agenda de contactos en los últimos meses y en los últimos días cobró fuerza la idea de que su compañero de fórmula en una eventual candidatura sea Geraldo Alckmin, perteneciente al centro derechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien fue gobernador del estado de San Pablo entre 2011 y 2018.

Según informaron medios brasileños, en lo que va del año Lula -quien va primero en todas las encuestas de intención de voto- se reunió con Alckmin al menos en tres ocasiones intentando acercar posiciones para formar una candidatura común. En este sentido en los últimos días trascendió que Lula dijo que Alckmin le caía bien porque “es el único tucano al que le gustan los pobres”. “Tucano” es el término que se utiliza para designar a los integrantes del PSDB, porque el tucán es el símbolo de este sector político.

Actualmente, Alckmin está de salida del PSDB, lo que abre aún más la posibilidad de que acompañe a Lula en su camino a las elecciones.

La alianza además tiene una marcada estrategia, porque el exmandatario y el PT en general no cuentan con un apoyo importante en San Pablo, el distrito electoral más poblado del país, que sí es un reducto en el que Alckmin tiene mucha fuerza.

Otro punto fuerte de esta eventual unión es que tiraría un poco hacia el centro al PT, alineando las políticas económicas defendidas por el PSDB en sus orígenes con la justicia social, una marca en el orillo de Lula. Consultado acerca de una posible resistencia del ala más radical del PT a esta alianza electoral, Lula dijo que su preocupación al respecto es igual a “cero”.

Esta alternativa apuntando a las elecciones del año que viene en las que el rival a vencer será el actual presidente Jair Bolsonaro, ya empezó a ser considerada públicamente por algunos dirigentes del PT.

En este sentido el presidente del PT paulista y exalcalde de la ciudad de São Bernardo do Campo, situada en el interior del estado de San Pablo, Luiz Marinho, admitió la viabilidad de una fórmula entre Lula y Alckmin a pesar de que ambos dirigentes fueron antiguos rivales electorales. En los comicios realizados en octubre de 2006 en los que Lula ganó su segundo mandato consecutivo, tuvo como oponente en la segunda vuelta a Alckmin, quien en ese momento era la figura más prominente de su partido. Actualmente Alckmin tiene 69 años y perdió mucha fuerza dentro del PSDB, que tiene como principales referentes al gobernador de San Pablo, João Doria, y a su par del estado de Río Grande do Sul, Eduardo Leite.

En declaraciones al Diario do Grande ABC, Marinho confirmó que existen contactos, tanto entre ellos directamente como de parte de allegados. “Este es el momento de las conversaciones, del diálogo, de la construcción de puentes. De eso se trata la política. Sabemos identificar quiénes son nuestros opositores al retorno de la esperanza en Brasil”, declaró Marinho, aludiendo claramente a las amenazas antidemocráticas lideradas por Bolsonaro.

Otro representante del PT que habló sobre este tema fue el diputado estadual por San Pablo Fernando Teixeira. Según él, el movimiento para hacer una fórmula entre los dos experientes políticos podría fortalecer aún más la imagen de Lula en territorio paulista. “La elaboración de una unión de estas dimensiones también apuntaría al centro político, que es un movimiento importante. Sé que todavía estamos en el campo de la especulación, pero me gusta la idea”, declaró Teixeira.