Sergio Mattarella será investido para un segundo mandato como jefe del Estado de Italia el jueves, luego de haber sido reelecto para el cargo el sábado, después de maratónicas sesiones en las que los partidos no lograron acuerdos para elegir a un sucesor.
Mattarella, siciliano de 80 años, que había insistido en que no quería repetir otros siete años en el cargo, terminó siendo la solución para sacar del bloqueo absoluto en el que los partidos sumieron a Italia durante seis días y que incluso paralizó la labor del gobierno, informó Efe.
Si bien el cargo de presidente en Italia es en gran medida ceremonial, tiene un papel importante en caso de crisis política, algo muy frecuente en un país atomizado por las numerosas fuerzas que tienen representación parlamentaria. Es el presidente quien tiene el poder de disolver el Parlamento y de nombrar al primer ministro; además, en caso de considerarlo necesario, puede negar el mandato de gobernar a coaliciones que considere demasiado frágiles.
Mattarella será la segunda persona en repetir la presidencia, después de Giorgio Napolitano, que lo tuvo que hacer en 2013, a pesar de que también él quería retirarse del cargo.
El actual primer ministro italiano, Mario Draghi, quien está al frente de una compleja coalición de gobierno que reúne a centristas, derechistas e izquierdistas, jugó un papel decisivo para convencer a Mattarella de que permanezca en la presidencia, argumentando como principal razón el bien del país.
Inicialmente Draghi había mostrado su voluntad de pasar a ser el presidente, pero no contó con los apoyos necesarios, ya que su salida del cargo de primer ministro habría generado una nueva crisis de gobierno, en momentos en que Italia debe gestionar su recuperación económica luego del golpe que significó la pandemia para el país, que en breve recibirá de parte de la Unión Europea un millonario paquete de ayuda.