El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, respaldó los cambios de política frente a las drogas en Colombia, apostó por un aumento de las inversiones estadounidenses en Chile, antes de reunirse con el presidente de Perú, anfitrión de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En su gira por América Latina, Blinken visitó así tres países que recientemente atravesaron cambios de signo político en sus gobiernos y dio señales de acercamiento a las tres administraciones.

“Tenemos muchos puntos en común en prácticamente todos los problemas que tenemos que abordar”, dijo Blinken después de reunirse con Gustavo Petro en Bogotá. “En el combate de las drogas, por ejemplo, apoyamos firmemente el enfoque integral de la administración”, agregó en una conferencia de prensa junto al nuevo presidente colombiano, en la sede del gobierno.

“No podemos combatir de manera efectiva la violencia en Colombia enfocándonos sólo en fortalecer las fuerzas de seguridad. También debemos abordar las causas de raíz de la inseguridad: la desigualdad”, dijo el secretario de Estado. Reconoció la necesidad de contemplar la situación de los campesinos que se ven forzados a plantar cultivos ilegales y a atender la protección del medioambiente.

Días antes, Petro había cuestionado la política antidrogas que su país ha llevado adelante con el apoyo de Estados Unidos. “Para ustedes mi país no les interesa sino para arrojarles venenos a sus selvas, llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión. No les interesa la educación del niño, sino matar su selva y extraer el carbón y el petróleo de sus entrañas, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”, dijo Petro dirigiéndose a las grandes potencias en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

Después de recibir a Blinken, el presidente colombiano señaló que está previsto hacer en su país “una reforma agraria que habla de la tierra fértil para los campesinos y una titulación de siete millones de hectáreas que, si se desarrolla, sería una barrera contra la producción de drogas”. Agregó que “Colombia es narcotraficante porque no produce. ¿Cómo dejar de serlo? Produciendo. Hay que dejar de ver al campesino como criminal”, manifestó el presidente, según citó el diario colombiano El Espectador.

Blinken dijo que los dos gobiernos se han “escuchado mutuamente” y se refirió a concretar durante las próximas semanas propuestas para avanzar en el enfoque planteado por Petro. A su vez, el presidente colombiano pidió a Estados Unidos que ayude a su país a incrementar la vigilancia de la droga que sale por vía aérea y marítima del país y a “aumentar la capacidad de inteligencia para capturar a los dueños del narcotráfico”.

Otro punto sobre el que trataron ambos fue el acercamiento de Colombia a la administración del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Los dos países acaban de restablecer sus relaciones diplomáticas y reabrir su frontera terrestre. Blinken manifestó la expectativa de su gobierno de que Petro interceda para promover las negociaciones entre Maduro y la oposición venezolana. “Nuestra esperanza para Venezuela es que el régimen de Maduro y la plataforma unitaria puedan llevar adelante un diálogo que llegue a las condiciones necesarias para tener elecciones libres”, dijo, según citó la agencia Efe.

Por otra parte, Blinken elogió el estatus de protección temporal para refugiados venezolanos que tiene Colombia, que recibió a 2,6 millones de migrantes venezolanos. Lo calificó como “un modelo no sólo para la región sino para el mundo”, y celebró el compromiso de Colombia para “acoger a estos venezolanos que han debido huir de la catástrofe humanitaria que es Venezuela”. En respuesta, Petro pidió un estatus de protección temporal para migrantes colombianos en Estados Unidos. “Creo que es necesario”, dijo.

Sobre el diálogo que ambos mantuvieron, Blinken destacó: “Hemos logrado que quede en claro el compromiso para nuestra alianza. Incluimos el respaldo al Acuerdo de Paz de 2016. Felicitamos los avances, la paz duradera debe ser una paz inclusiva. Este es el último paso para mejorar las condiciones de la población”, dijo.

La visita dejó evaluaciones como la del editorial de El Espectador titulado “Un buen comienzo en la relación Colombia-Estados Unidos”: “Si había temores sobre la estabilidad de la relación entre Estados Unidos y Colombia con la llegada del primer gobierno de izquierda en nuestra historia, tanto la administración de Gustavo Petro como la de Joe Biden están enviando señales de que no hay por qué preocuparse”.

Con Boric y Castillo

En Chile, otro país que tuvo un reciente giro a la izquierda en América del Sur, Blinken se reunió con el presidente Gabriel Boric. Después del encuentro se comprometió a trabajar para que aumenten las inversiones estadounidenses en ese país. “La relación ya es fuerte en materia de comercio e inversiones, pero estamos convencidos de que puede aumentar y fortalecerse todavía más”, afirmó. Dijo que su país está “viendo maneras de incrementar las inversiones”, en particular en el ámbito de la economía verde, debido a que Chile demostró “liderazgo” en el combate de la crisis climática.

Al ser consultado al respecto, dijo que está “convencido” de que las inversiones pueden crecer al tiempo que Chile lleva adelante su proceso constituyente. Sobre este proceso, Blinken dijo que es algo que “depende del pueblo chileno y no es un tema que atañe a Estados Unidos”.

A su vez, Boric dijo en Twitter que mantuvo con Blinken una “muy buena conversación”, en torno “al fortalecimiento de las instituciones democráticas, desarrollo sostenible e intercambio comercial, además del aumento en la ambición para enfrentar la crisis climática. Seguiremos trabajando por el desarrollo de la región”.

Como en Colombia, la conversación incluyó la situación de Venezuela, y tanto el jefe de la diplomacia estadounidense como el presidente chileno coincidieron en que es necesario que se retomen las conversaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición, interrumpidas el año pasado. “Es lo que queremos como país y estamos en la misma sintonía que Estados Unidos, otros países de la región y otros países europeos: que se retomen las conversaciones para que en 2024 en Venezuela pueda haber elecciones libres y democráticas”, dijo la canciller chilena, Antonia Urrejola.

En Perú, donde asistió a la Asamblea General de la OEA, la visita de Blinken también dejó un balance positivo para el gobierno de Pedro Castillo. “Esta jornada bilateral es un inicio del fortalecimiento” de las relaciones entre los dos países y “de un contacto político, económico, comercial y cultural que vamos a afianzar”, afirmó el canciller peruano, César Landa.

En una conferencia de prensa en la sede del gobierno, donde se reunieron Castillo y Blinken, Landa agregó que los dos países seguirán fortaleciendo sus vínculos, no sólo “de comercio e inversión sino también la cooperación para la lucha contra las drogas, la migración en el marco de la búsqueda de cerrar brechas sociales [...] y proteger a los más vulnerables”.