Un episodio violento ocurrido en la mañana del domingo en Río de Janeiro se metió de lleno en la recta final de la campaña electoral hacia las elecciones presidenciales del 30 de octubre.

El hecho sucedió cuando integrantes de la Policía Federal fueron a detener a su casa al exdiputado Roberto Jefferson, un legislador de larga trayectoria, quien actualmente preside el Partido Laborista Brasileño, sector fundado por Getúlio Vargas, pero que con el correr de los años fue cambiando su ideología original y se convirtió en un partido profundamente conservador, muy proclive al actual presidente Jair Bolsonaro.

Jefferson decidió enfrentarse a los policías, les lanzó al menos una granada y les disparó, hiriendo a uno de los efectivos. Luego de varias horas de tensión e incertidumbre, el exlegislador de 69 años decidió entregarse en las primeras horas de la noche.

Según recordó el portal Carta Capital, Jefferson había sido detenido en agosto del año pasado por orden de Alexandre de Moraes, uno de los integrantes del Supremo Tribunal Federal (STF), como parte de la investigación sobre la actuación de milicias digitales contra la democracia. En enero de este año el ministro Moraes aceptó un pedido de la defensa de Jefferson, le concedió la prisión domiciliaria, aunque en el momento de dictar esta sentencia el jurista enumeró una serie de medidas que el legislador debía cumplir. El viernes Jefferson publicó un video en sus redes sociales, cuyo uso tenía prohibido, en el que insultaba a otra ministra del STF, Carmen Lúcia, por votar a favor de sancionar a la radio Jovem Pan por difundir declaraciones ofensivas y tergiversadas sobre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La violación de la medida cautelar generó que la Justicia pidiera nuevamente la detención de Jefferson y su violenta reacción terminó metiéndose de lleno en la campaña electoral, generando reacciones de Lula y Bolsonaro.

En una conferencia de prensa realizada este domingo en San Pablo, el líder del PT se refirió al hecho, asociándolo al clima de violencia política que se vive en el país, a su entender, por las acciones promovidas por Bolsonaro.

“No es un comportamiento normal”, dijo Lula sobre la reacción de Jefferson. “Esto nunca ha pasado en la política brasileña, nunca hemos visto tal aberración, una estupidez que este ciudadano, que es mi oponente, instauró en el país”, expresó el candidato izquierdista, quien está primero en todas las encuestas de intención de voto. Luego, de acuerdo a lo que consignó la revista Fórum, el expresidente asoció la actitud de Jefferson con el comportamiento de Bolsonaro. “Él [Bolsonaro] logró crear que en este país haya una parte de la sociedad que esté enojada, odiosa, mentirosa (...) Creo que eso genera comportamientos como el del exdiputado y algunas personas que siguen a nuestro oponente”, expresó Lula, quien agregó: “Es una máquina de destrucción de los valores democráticos. Eso es lo que está pasando en Brasil y contra eso el pueblo debe ir a las urnas el 30 de octubre”.

Unas horas más tarde, el presidente Bolsonaro publicó un video en sus redes sociales en el que expresó su solidaridad con los policías atacados por el exlegislador, a quien definió como un “bandido” por haber disparado contra las fuerzas del orden. Según informó el diario Estado de San Pablo, los asesores de campaña de Bolsonaro le dijeron que actúe rápidamente para tomar distancia de Jefferson -un connotado seguidor del actual presidente- ya que este incidente posiblemente podría afectar su votación en las cruciales elecciones del domingo.

Así, en una entrevista que dio antes de hacer su publicación en las redes, el mandatario ultraderechista no sólo tomó distancia de Jefferson, sino que intentó vincularlo a Lula.

“No hay ninguna conexión entre Roberto Jefferson y yo. Jefferson nunca fue considerado en mi campaña. Jefferson y José Dirceu estaban juntos en el mensalão”, dijo Bolsonaro, refiriéndose al exjefe de Gabinete durante el primer gobierno de Lula, quien fue señalado por las investigaciones como el líder de la trama de corrupción mediante la cual el PT compró votos de diputados para sacar adelante leyes en el Congreso. Bolsonaro agregó que “Lula es un criminal y se comporta como un oportunista en el caso de Jefferson”.