La primera ministra británica, Liz Truss, anunció el viernes el cese de su titular de Economía, Kwasi Kwarteng, “un gran amigo”, y cambió el plan económico que había presentado en setiembre, consistente en una masiva baja de impuestos, y que según dijo iba “más lejos” y “más rápido” de lo que esperaban los mercados.

Su plan de recortes fiscales por unos 45.000 millones de libras no dio el resultado que esperaba y ya se había visto obligada a retirar su propuesta de bajar el impuesto a la renta sobre las grandes fortunas de 45% a 40%. Este viernes, en conferencia de prensa, anunció que mantendrá una suba del impuesto a las empresas de 19% a 25%, establecida por la anterior administración, liderada por Boris Johnson.

“Quiero ser sincera, esto es difícil. Pero superaremos esta tormenta y lograremos el crecimiento fuerte y sostenido que pueda transformar la prosperidad de nuestro país para las próximas generaciones”, dijo Truss, que lleva sólo 39 días al frente del gobierno británico. La dirigente llegó al cargo al ser electa como líder de los conservadores y con una campaña en la que promovía las medidas que el viernes decidió abandonar.

Para la oposición, el cambio de rumbo no es suficiente, y este viernes reclamó elecciones anticipadas. Según el calendario electoral, recién en enero de 2025 se renovaría el gobierno. El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, que aparece primero en las encuestas de intención de voto, dijo que se debe a la “imprudente” política de Truss que hayan empeorado las perspectivas económicas de Reino Unido. “Necesitamos un cambio de gobierno”, reclamó.

También el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, consideró que los anuncios no son más que “la sentencia de muerte” del gobierno del Partido Conservador. “Todo empezó con Boris Johnson fallando a este país y ahora Liz Truss ha roto nuestra economía. Es momento de que la gente tome la palabra en unas elecciones generales”, dijo, según citaron BBC y Europa Press.

En reemplazo de Kwarteng, Truss designó a un político más identificado con el establishment –del que la dirigente se había querido distanciar–, Jeremy Hunt, extitular de Cultura, Salud y Relaciones Exteriores.

Truss dio una breve conferencia de prensa en la que dijo que la suba de impuestos prevista permitirá recaudar 18.000 millones de libras para atender la deuda pública, y añadió: “Tenemos que actuar ahora para asegurar a los mercados que tenemos responsabilidad fiscal”. Según citó Efe, dijo que hará “lo que sea necesario” para lograr que la deuda caiga a mediano plazo.

Agregó que de todos modos, su gobierno “controlará el tamaño del Estado” y se ocupará de que “el sector público sea más eficiente”. Admitió, por otra parte, que “el gasto crecerá más lentamente de lo planeado”.