Los porcentajes de apoyo que reciben los dos principales candidatos a la presidencia de Brasil varían de una región a otra y según los distintos sectores de votantes. Entre las mujeres de Brasil, que representan 52% del electorado, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva amplía su intención de voto a 49%, mientras que su principal rival, el presidente Jair Bolsonaro, la reduce a 29%, según una encuesta de Datafolha. También entre los hombres Lula corre con ventaja, pero en este caso más reducida, y llega a 44% frente a 38% de Bolsonaro.

Por región, según informó el diario Folha de São Paulo, Lula gana en el sureste, la zona más poblada (reúne a 43% de la población), con un apoyo de 43% frente al 35% de Bolsonaro. Los dos candidatos están técnicamente empatados en el sur (14%), el norte (8%) y el centro-oeste (7%), las zonas con menor población, pero en el nordeste, una zona pobre del país que concentra 27% de los votantes, vuelve a crecer Lula. Su intención de voto allí es de 63%, frente al 22% de Bolsonaro.

Entre aquellos cuya renta familiar mensual llega a dos salarios mínimos (2.424 reales) y que conforman el mayor grupo de votantes según renta (51%) Lula mantiene la mayor ventaja. En cambio, el actual presidente de Brasil gana en las demás franjas de renta: de dos a cinco salarios mínimos (34%), de cinco a diez (9%) y por encima de diez (4%), según Datafolha.

El sondeo toma en cuenta si los votantes se definen como blancos, negros o mestizos. Entre estos últimos, que son 40% del electorado, Lula alcanzó una ventaja de 16%. En el grupo de los blancos, que representa 36% de los votantes, los dos candidatos están empatados, y en el de los negros, que alcanza 15% de los votantes, Lula supera a Bolsonaro por 30%.

Entre los evangélicos, que representan cerca de 25% del electorado, Bolsonaro se consolidó en esta encuesta de Datafolha con 50%, un punto más que en la medición anterior, mientras que Lula se mantuvo en 32%. El líder del Partido de los Trabajadores, en cambio, reúne 50% de apoyo entre los católicos, de los cuales 28% apoya a Bolsonaro.

A su electorado evangélico Bolsonaro le ha dedicado grandes actos religiosos, muchos de ellos encabezados por su esposa, Michelle Bolsonaro, a quien el presidente califica como una “mujer de Dios” y de la familia. Ella, a su vez, les promete a los votantes un mandato con “Jesucristo en el gobierno”.

Según Datafolha, el rechazo a los candidatos es desigual: 53% de los electores no votarían en Bolsonaro de ninguna manera, mientras que ese porcentaje llega a 38% en el caso de Lula. Entre las mujeres, el rechazo al presidente crece a 56%.

Consciente de esto, en el penúltimo debate Bolsonaro apuntó a los sectores en los que encuentra mayores resistencias. Destacó el número de detenidos por violencia machista durante su administración y afirmó: “Este gobierno tiene una mirada especial para toda la población pobre, en especial del nordeste”. En esa zona del país, de donde proviene Lula, hizo campaña esta última semana Bolsonaro.