El gobierno afgano que dirigen los talibanes comunicó la prohibición a todas las ONG, tanto nacionales como internacionales, que están en el país, de que las mujeres trabajen en ellas, aduciendo que en algunas de estas entidades el personal femenino no utiliza de la manera correcta el velo islámico. En una medida paralela, el gobierno también prohibió que las mujeres acudan a clases de religión en las mezquitas de Kabul, la capital del país.
Las prohibiciones son las medidas restrictivas más recientes de los gobernantes afganos contra los derechos y las libertades de las mujeres y se producen pocos días después de que los talibanes prohibieran a la población femenina asistir a las universidades de todo el país.
De acuerdo a lo que informó la agencia The Associated Press, la orden contra las ONG se dio a conocer en una carta enviada por el ministro de Economía, Qari Din Mohammed Hanif, según la cual toda organización que incumpla la normativa perderá su permiso para trabajar en Afganistán. El portavoz del ministerio, Abdul Rahman Habib, confirmó el contenido de la carta.
En su argumentación de la medida, las autoridades aseguraron que habían recibido “quejas graves” de que mujeres empleadas por las ONG no estaban vistiendo “correctamente” el velo islámico, que es de uso obligatorio para las mujeres afganas en todos los lugares fuera de sus casas. Según informaron fuentes a agencias internacionales, aún no estaba claro si la orden emitida por el gobierno abarca a todas las mujeres o sólo a las afganas que trabajan en las ONG.
Obviamente esta nueva medida generó muchas reacciones. “Si las autoridades talibanas no están en condiciones de revocar esta decisión y encontrar una solución a este problema, será muy difícil continuar y brindar ayuda humanitaria de manera independiente y justa, porque la participación de las mujeres es muy importante”, dijo a la agencia AFP el coordinador humanitario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Afganistán, el azerí Ramiz Alakbarov.
Paralelamente, tres ONG que trabajaban en el país, Save the Children, CARE y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), anunciaron este domingo la suspensión de sus programas en Afganistán tras ser notificadas de la medida del gobierno. De acuerdo a lo que informó la agencia de noticias Efe, los máximos responsables de esas tres ONG publicaron un comunicado conjunto en el que puntualizaron que no es posible “alcanzar de forma efectiva a niños, mujeres y hombres en desesperada situación de necesidad en Afganistán” sin su personal femenino. “Sin las mujeres que lideran nuestra respuesta, no habríamos logrado alcanzar a millones de afganos en situación de necesidad desde agosto de 2021”, destacaron en el comunicado.
“Más allá del impacto para el suministro de ayuda que salva vidas, esto afectará a miles de puestos de trabajo en medio de una enorme crisis económica”, agregaron las organizaciones, en referencia a la decisión de los talibanes. Por eso las tres ONG decidieron suspender sus programas en el país de forma temporal, a la espera de que se esclarezcan las consecuencias prácticas del anuncio gubernamental. “Suspendemos nuestros programas y exigimos que los hombres y las mujeres puedan continuar con nuestra asistencia que salva vidas en Afganistán en igualdad de condiciones”, manifestaron.
Tanto la ONU como otras agencias de cooperación que trabajan en Afganistán destacaron que más de la mitad de los 38 millones de habitantes que tiene el país necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir, ya que a la enorme crisis económica que existe se suman las rigurosas condiciones que impone el invierno en la región.