El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió este domingo en Brasilia con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, integrante del partido derechista Progresistas, en el que fue el segundo encuentro entre ambos en menos de una semana.

Si bien no trascendieron detalles concretos sobre la conversación, el tema que está sobre la mesa es la aprobación en la Cámara Baja de la llamada Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) de la Transición, que tras postergaciones será puesta en consideración de los diputados el martes.

La aprobación de la PEC es considerada una prioridad para Lula, para que el gobierno pueda cumplir con uno de los principales compromisos que adoptó durante la campaña electoral.

En concreto, la propuesta, según informó Agencia Brasil, excluye el programa de transferencia de gastos Auxilio Brasil, el cual pasará a llamarse Bolsa Familia, de la regla del techo de gastos presupuestales para los próximos años. La medida es una forma de posibilitar el mantenimiento del valor mínimo de 600 reales (algo menos de 4.400 pesos) para el programa, además de establecer un valor adicional de 150 reales por niño menor de 6 años a cargo de cada beneficiario.

Pero la aprobación de este proyecto está atada a la designación de los ministerios. De acuerdo a lo que informó el portal Carta Capital, diputados del Partido de los Trabajadores (PT) reconocieron que Lira únicamente apoyará el proyecto y, por lo tanto, encuadrará detrás de él a los representantes de los partidos de centroderecha y derecha que eventualmente apoyarán al gobierno de Lula, si se les garantiza un espacio sólido dentro del próximo Ejecutivo.

Folha de São Paulo informó que una de las intenciones de Lira es designar al ministro de Salud del gobierno que comenzará sus funciones el 1º de enero, pero esta alternativa fue rechazada de plano por el PT. Cuando se presentó en el Congreso la PEC, la idea era que se definiera en los primeros días de diciembre, pero el debate en Diputados se fue retrasando, lo que afectó directamente la designación de los ministros, porque Lula quiere tener garantizados los recursos liberados con esta ley antes de atender las demandas de los bloques parlamentarios. Desde el PT se entiende que sería una mala estrategia anunciar ministros antes de la votación de la PEC, ya que podría generar rispideces con diputados y partidos que puedan formar la base del gobierno.

Por el momento, Lula anunció sólo cinco de los 37 ministros que integrarán su gabinete: Flávio Dino (Justicia), Rui Costa (jefe de Gabinete), Fernando Haddad (Economía), José Múcio (Defensa) y Mauro Vieira (Relaciones Exteriores). La futura titular de Cultura, la cantante bahiana Margareth Menezes, ya informó que aceptó la invitación de Lula, que, sin embargo, no la anunció oficialmente.

El texto de la PEC de la Transición debe ser aprobado antes del jueves para garantizar que los cambios se incluyan en el presupuesto del año que viene. Si Lula no logra destrabar las negociaciones para poder aprobar el texto, el PT deberá pensar en alternativas para viabilizar mínimamente su inicio de gobierno en materia presupuestaria y política.

La PEC ya fue aprobada en el Senado luego de que Lula negociara en forma directa con los líderes de la coalición derechista Unión Brasil y del centroderechista Partido Social Democrático, que, junto con el también centroderechista Movimiento Democrático Brasileño, forman el grupo que apuntalará al PT en el Congreso.