En las próximas horas el presidente peruano, Pedro Castillo, deberá anunciar los nombres de quienes conformarán su cuarto gabinete en poco más de seis meses de gobierno, una muestra por demás elocuente de la severa crisis política que afecta al país.

El último episodio que siguió hundiendo al mandatario fue la renuncia de Héctor Valer Pinto, congresista conservador, a quien el martes había designado como presidente del Consejo de Ministros en reemplazo de Mirtha Vásquez, quien había presentado su dimisión.

Apenas se supo de su nombramiento, Valer Pinto, un legislador de 62 años con pasado conservador, vio cómo se reflotaban contra él acusaciones de violencia doméstica realizadas hace pocos años por su esposa y una de sus hijas. Si bien inicialmente el congresista dijo que se trataba de una maniobra para ensuciar su reputación, fácilmente se comprobó que las denuncias eran reales y su suerte quedó echada. Además, con el paso de los días, fueron surgiendo otros elementos que pusieron aún más contra las cuerdas a Valer Pinto. El portal Ojo Público reveló que el designado por Castillo había mentido en una declaración de bienes y que, además, fue el apoderado de un empresario agroindustrial que actualmente está procesado por narcotráfico. Las antipatías que ya sumaba se fueron incrementando y así numerosas bancadas parlamentarias comunicaron que no aprobarían su nombramiento, lo que desembocó el sábado en su renuncia.

El hecho nuevamente devolvió todas las miradas a Castillo, quien cada vez tiene más frentes abiertos por su escasa capacidad política. Además de no contar, obviamente, con el apoyo de la derecha y la extrema derecha, dentro de su partido, Perú Libre, cuenta con un respaldo parcial, porque se ha alejado notoriamente del líder del sector, Vladimir Cerrón.

Atado políticamente por sus propias limitaciones y en directa confrontación con el Congreso, Castillo se convirtió en un blanco fácil y en las últimas horas recibió duras críticas desde lugares previsibles.

El sábado la excandidata presidencial Keiko Fujimori reapareció luego de varias semanas de ausencia mediática y en una entrevista que brindó a Radio Programas del Perú pidió la renuncia del mandatario.

La líder derechista expresó que el presidente se encuentra en un mundo paralelo. “Constantemente se hace la víctima y siente que él no tiene responsabilidades. Incluso él mismo ha dicho que no lee las noticias, o sea, no sabemos en qué planeta está”, afirmó Fujimori, quien luego agregó: “Él mismo admitió que no se siente competente para el cargo, que está aprendiendo”, y en estos momentos “Perú lo que necesita es un buen líder, no un mal alumno, como él está demostrando”. En la misma línea que Fujimori, este domingo el conservador e influyente diario El Comercio, que desde el día uno se puso en la vereda opuesta a la del presidente, publicó un editorial titulado, sin medias tintas, “La renuncia de Pedro Castillo es la mejor salida”.

Por otra parte, algunos exfuncionarios recientemente alejados del gobierno coincidieron en afirmar que el principal problema de Castillo es su círculo de asesores más cercanos, un grupo que en el ambiente político y mediático peruano es llamado “el gabinete en las sombras”.

En una entrevista con el diario limeño La República la expresidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, expresó que luego de su renuncia no tiene una “sensación de fracaso, sí de angustia por lo que va a pasar”. La exjerarca, quien provenía del izquierdista Frente Amplio, se refirió a quienes rodean al mandatario.

“Quiero expresar mi preocupación por el entorno de asesores que tiene [el presidente Pedro Castillo]. Hay que ver quién es el entorno más cercano, porque hemos visto que varias veces se cometen errores en el gobierno y yo sí siento que es una responsabilidad de quien lo asesora, ya que está en contacto directo”, declaró.

Vásquez dijo, además, que muchos ministros “conversamos con el presidente, vemos que tiene otras posturas y, de pronto, cambia de posición, y eso debe de ser porque conversa con alguien. Yo siempre he encontrado un problema en la gente que lo rodea”.

Algo muy parecido dijo el exministro de Economía, Pedro Francke. El exfuncionario, que dejó su cargo la semana pasada, dijo que Castillo no dialoga lo suficiente con sus ministros y agregó que los cuestionados asesores presidenciales son “los que tienen el principal poder”.