El actual presidente francés, Emmanuel Macron, se mantendrá en su cargo por cinco años más tras imponerse este domingo en la segunda vuelta electoral sobre la candidata ultraderechista Marine Le Pen con 58,2% frente a 41,8%.

“Quiero agradecer a todos los activistas, voluntarios, compañeros de viaje y funcionarios electos que me acompañaron desde el principio. Sé que trabajaron duro. Es tocando en el corazón que llega la verdad y yo sé lo que les debo”, expresó en un escenario ubicado en el Campo de Marte de París el presidente en su primer discurso luego de ser reelecto.

El índice de abstención en esta segunda vuelta fue de 28,2%, el más alto desde las elecciones de 1969, en las que Georges Pompidou derrotó al demócrata cristiano Alain Poher.

Macron asumirá su nuevo mandato el 13 de mayo. En su agenda están, entre otras metas, el aumento del gasto militar, la reducción impositiva a personas y empresas y el aumento de la edad jubilatoria.

“Eligieron una Francia más independiente y una Unión Europea más fuerte, una Francia más ecológica y de progresos para todos”, agregó el mandatario de 44 años, quien se convirtió en el primer presidente reelecto en su país después de 20 años (Jacques Chirac había sido el anterior). En su discurso, Macron reconoció que muchos de quienes lo votaron lo hicieron para “bloquear las ideas de la extrema derecha”. “Quiero agradecerles y decirles que soy consciente de que este voto me vincula para los años venideros. Soy el custodio de su apego a la República”, dijo el presidente en referencia a esos votantes, según recogió el diario Le Figaro.

Macron habló también sobre el elevado índice de ciudadanos que eligieron no ir a votar. “Pienso también en todos nuestros compatriotas que se abstuvieron. Su silencio significó una negativa a elegir, a lo que también debemos responder”, expresó el líder de La República en Marcha. “De ahora en adelante ya no soy el candidato de un sector, sino el presidente de todos. Sé que para muchos de nuestros compatriotas que optaron por la extrema derecha el enfado y las inconformidades que los llevaron a votar por este proyecto nos obligan a buscar una respuesta. Debemos responder con eficacia a la ira que se ha expresado”, agregó Macron.

“Tendremos que ser exigentes y ambiciosos. La guerra en Ucrania está ahí para recordarnos que Francia debe alzar la voz para mostrar la claridad de sus elecciones y mostrar su fuerza en todas las áreas”, explicó el mandatario que gobernará hasta 2027.

“Tendremos que ser benévolos y respetuosos, porque nuestro país está sumido en muchas dudas y divisiones. Nadie se quedará en el camino. Dependerá de nosotros trabajar juntos por esta unidad a través de la cual podamos vivir más felices en Francia. ¡Los años venideros ciertamente no serán tranquilos, sino históricos, y podremos escribirlos para nuestra generación!”, agregó Macron, quien concluyó su discurso diciendo: “Esta nueva era no será la continuidad del quinquenio que termina, sino una renovación para hacerlo mejor. Cada uno de nosotros tendrá que comprometerse con ello. Esto es lo que hace del pueblo francés esta fuerza singular que amo tan profundamente y tan intensamente. ¡Viva la República y viva Francia!”.

Por su parte, Le Pen reconoció su derrota minutos después de la difusión de las proyecciones, pero afirmó, sin embargo, que “con 43% de los votos, estos resultados representan una victoria rotunda” y que el equipo de campaña del actual presidente utilizó métodos “sucios” en la previa de la segunda vuelta. “Millones de nuestros compatriotas eligieron el campo nacional. Estamos más determinados que nunca. Esta derrota no puede suponer si no una esperanza, una señal a los dirigentes franceses y europeos de que hay un desafío de los franceses”, sostuvo la líder ultraderechista, según recogió El País de Madrid.

La candidata, que ya había perdido en la segunda vuelta con Macron en las elecciones de 2017, aunque con un margen mayor de diferencia –66,1% contra 33,9–, se mostró desafiante al afirmar que “la partida no se terminó” y dijo que dará una “gran batalla electoral” en junio, cuando se realicen los comicios en los que se elegirá a los 577 integrantes de la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento francés.

Para algunos analistas, pese al triunfo, Macron no salió del todo fortalecido de la instancia electoral. “Es una victoria que es muy cara y que en realidad es una derrota porque esconde muchas fragilidades. Hubo 13,7 millones de abstencionistas y Macron perdió más de dos millones de votos con respecto a 2017”, analizó Adrien Madec, responsable del think tank Hemisphère Gauche, citado por el portal español Público. Además, Madec remarcó que “estamos ante una Francia partida en dos. Los obreros votaron en 70% por Marine Le Pen y tenemos una Francia de arriba contra la Francia de abajo”.