Durante el fin de semana se realizaron en varias ciudades brasileñas actos en repudio de la violencia política en la campaña electoral, que tuvieron como detonante el asesinato de Marcelo Arruda, guardia municipal y tesorero de la sección local del Partido de los Trabajadores (PT), en la ciudad de Foz de Iguazú, en el estado de Paraná, baleado el domingo por Jorge José da Rocha Guaranho, un policía seguidor del presidente Jair Bolsonaro, mientras estaba celebrando su cumpleaños en un club deportivo. Luego de realizar la investigación del caso, la Policía Civil paranaense llegó a la conclusión de que el crimen no tuvo motivaciones políticas, a pesar de que la discusión entre Guaranho y Arruda que terminó con el asesinato de este último tuvo como único eje cuestiones políticas. “Acá sólo Bolsonaro”, dijo el asesino, según relataron testigos, cuando irrumpió en el cumpleaños de Arruda, quien para la celebración había elegido una temática vinculada al PT y a su candidato a la presidencia, Luiz Inácio Lula da Silva.

Durante la manifestación que se hizo este domingo en San Pablo, Laércio Ribeiro, presidente de la dirección municipal del PT de esta ciudad, mostró su molestia por la decisión judicial de no incluir la motivación política en la sentencia del asesino de Arruda.

“¿Cómo que no hubo motivación política?”, se preguntó Ribeiro. “Hubo un crimen de odio con motivación política no solamente en la muerte de Marcelo, sino en la muerte de líderes indígenas, en la muerte de jóvenes de Paraisópolis, de Mestre Moa do Katendê”, dijo el dirigente del PT haciendo referencia a otros casos de violencia política ocurridos en los últimos tiempos. “Venceremos en memoria de los que lucharon y luchan”, agregó Ribeiro, de acuerdo a lo que consignó el portal Brasil de Fato. Todos los partidos políticos que conforman la alianza electoral que respalda la candidatura de Lula emitieron un comunicado en el que repudiaron el clima de violencia que, a su entender, se está imponiendo en la campaña, debido a la retórica agresiva del presidente y a las acciones de algunos de sus seguidores.

“El bolsonarismo les tiene miedo a nuestros sueños y quiere crear una pesadilla. Pero no podrán silenciarnos. Ofensas, amenazas y balas fortalecen nuestra unidad. Cuando uno de nosotros cae, se convierte en semilla, que florece y se multiplica”, dice una parte del texto. Según el Observatorio de Violencia Política y Electoral de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro, entre el 1º de abril y el 30 de junio de este año hubo 101 casos de violencia contra líderes políticos e institucionales en Brasil, con 24 homicidios. En comparación con el primer trimestre de 2020, cuando se realizaron las elecciones municipales, se registra un aumento de 17,4%.