Organizado por un grupo de medios brasileños, en la noche de este domingo se realizó el primer debate entre los candidatos que competirán en las elecciones del 2 de octubre.

Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores), Jair Bolsonaro (Partido Liberal), Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista; centroizquierda), Simone Tebet (Movimiento Democrático Brasileño; centroderecha), Luiz Felipe D’Avila (Novo; sector ultraliberal) y Soraya Thronicke, del partido Unión Brasil (derecha), fueron los participantes en el evento que se desarrolló en los estudios de la red Bandeirantes, en la ciudad de San Pablo.

La corrupción fue uno de los temas recurrentes dentro del extenso intercambio entre los candidatos, que duró casi tres horas. En medio de un clima bastante tenso, en el primer intercambio directo entre los candidatos previsto en el debate, Bolsonaro preguntó a Lula si él pretendía volver al poder para continuar con la corrupción en Petrobras.

“Tenía que ser él quien me lo preguntara y yo sabía que esa pregunta vendría”, dijo Lula, quien respondió con algunas medidas anticorrupción y de transparencia impulsadas durante su gobierno.

“Su gobierno fue el más corrupto en la historia de Brasil”, fue la respuesta de Bolsonaro y luego vino la réplica del líder del PT, quien remarcó que en sus gobiernos fue cuando más empleos se generaron, cuando más se invirtió en educación. Lula, contrastando con el actual presidente, recordó que fue durante los mandatos del PT cuando menos se desforestó la Amazonia y cuando más se redistribuyeron tierras.

“El país que dejé es un país que la gente extraña”, dijo Lula, acusando a Bolsonaro de “destruir el país” e “inventar cifras que ni él se cree”.

Ciro Gomes, quien en las encuestas está tercero, aunque muy lejos de Lula y Bolsonaro, dijo ser el candidato de la “reconciliación”, alejándose de las posturas más beligerantes de los principales candidatos, a quienes fustigó por las malas administraciones.

Gomes acusó a Bolsonaro de haber corrompido a su familia, se refirió concretamente a los hijos del mandatario envueltos en casos de corrupción y fue más allá: recordando la deficitaria gestión del gobierno durante la pandemia de coronavirus, le dijo al actual presidente, sin ambages, “que no tenía corazón”.

En otro momento del debate Lula intentó un acercamiento con Gomes e incluso le planteó, pensando en una eventual segunda vuelta, conversar para conformar una alianza. Haciendo referencia a las elecciones de 2018, en las que Gomes salió tercero detrás de Bolsonaro y Fernando Haddad (PT) y no votó en la segunda vuelta porque se fue a París, Lula le dijo que esperaba que esta vez no se fuera y que se quedara para conversar con él. Al igual que Gomes, los candidatos con menos chances insistieron en la necesidad de un cambio.

Una de las declaraciones más directas en este sentido la hizo Simone Tebet (MDB): “Necesitamos cambiar al presidente de la República”, dijo la actual senadora, recordando las amenazas a la democracia y la independencia del Supremo Tribunal Federal hechas por Bolsonaro.