Desde el mediodía de ayer hasta la medianoche de hoy rige en Ucrania un alto al fuego unilateral ordenado por el presidente ruso, Vladimir Putin, según informó la presidencia rusa. Manifestó que la decisión es una respuesta al llamamiento del patriarca de la iglesia ortodoxa rusa, Kiril, de disponer una tregua por la Navidad, que sus creyentes celebran hoy.
“Teniendo en cuenta la petición del patriarca Kirill, insto al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a poner en marcha un alto al fuego en toda la línea de frente el 6 de enero a partir de las 12.00”, dijo Putin en un comunicado oficial, según citó la agencia Europa Press. “Teniendo en cuenta el gran número de ciudadanos que profesan la religión ortodoxa y que viven en las zonas de combate [...] pedimos a las autoridades ucranianas que declaren un alto al fuego y les permitan asistir a las celebraciones con motivo de la Navidad”, agregó el comunicado.
Sin embargo, Ucrania cree que el anuncio del cese del fuego no es más que una estrategia del gobierno ruso para preparar el siguiente paso en la guerra. “La declaración de la iglesia ortodoxa rusa sobre una 'tregua navideña' es una trampa cínica y un elemento de propaganda”, tuiteó el asesor de la Presidencia ucraniana Mijailo Podolyak.
Para el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el anuncio es parte de una estrategia. “Ahora quieren usar la Navidad como una tapadera para detener, al menos brevemente, el avance de nuestros muchachos en Donbás y acercar equipos, municiones y hombres movilizados a nuestras posiciones. ¿Qué traerá esto? Sólo otro aumento en el número de muertos”, dijo. Agregó que “todos en el mundo saben cómo el Kremlin usa las pausas en la guerra para continuar la guerra con renovado vigor”.
Zelenski recordó que el 15 de noviembre Ucrania presentó su fórmula para la paz, que incluye la retirada de las tropas de ocupación rusas. “Esta es una forma garantizada y fiable de cesar el fuego, detener las bajas y la guerra en general”, dijo.
Agregó que Rusia ya perdió “casi 110.000” soldados. “Aquellos que continuaron el terror contra nuestro país y enviaron a toda esa gente suya al matadero, rechazando nuestras ofertas para detener la agresión rusa, ciertamente no valoran la vida y definitivamente no buscan la paz”, dijo. Dirigiéndose al presidente ruso, agregó: “La guerra terminará cuando tus soldados se vayan o los expulsemos”.
También desde el exterior se pusieron en duda las intenciones de Putin. La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, consideró que si el Kremlin quisiera la paz, retiraría sus tropas de Ucrania. A su vez, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que es “reacio a responder a cualquier cosa que diga Putin”, y agregó que el presidente ruso “estaba preparado para bombardear hospitales, guarderías e iglesias el 25 de diciembre y en Año Nuevo”. En su opinión, Putin “está tratando de encontrar algo de oxígeno” y su anuncio es sólo una “trampa” y un gesto “propagandístico”.
Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, dijo que el cese del fuego ruso no es más que un intento de “ganar tiempo para reagrupar sus tropas y tratar de restaurar su reputación internacional gravemente dañada”.