Los alineamientos políticos frente a la segunda vuelta electoral en Argentina tuvieron un punto de quiebre el miércoles, cuando el expresidente Mauricio Macri y la excandidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, le declararon su apoyo al ultraderechista Javier Milei. Esa noche el acercamiento fue escenificado en los estudios del canal TN con un abrazo en cámara entre Bullrich y Milei.
La decisión fue tomada sin consultar con los otros integrantes de la coalición que impulsó la candidatura de Bullrich, Juntos por el Cambio, y muchos de ellos manifestaron su indignación. Varios dirigentes dejaron en claro que no piensan darle su voto a Milei el 19 de noviembre. Así lo hicieron referentes de la Unión Cívica Radical (UCR), como su presidente, Gerardo Morales; la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, de Propuesta Republicana (PRO). Incluso algunos, como la vicepresidenta de la UCR, María Luisa Storani, respaldaron públicamente a la otra opción en la segunda vuelta, el candidato peronista Sergio Massa.
“Tanto Patricia Bullrich como Mauricio Macri son los grandes responsables de poner en riesgo a Juntos por el Cambio”, dijo Morales. Afirmó que ese espacio político “está quebrado” y lamentó que Bullrich “se desdijo de todo lo que dijo en la campaña”. Sobre Macri, cuestionó que “ni siquiera se animó a aparecer”.
Finalmente, el expresidente habló el viernes y dijo que Juntos por el Cambio “no se rompió”. “No al menos el que fundé yo”, agregó. Por su parte, Bullrich respondió a quienes consideran que debe irse de la coalición: “En Juntos por el Cambio hubo unas PASO donde le gané a Morales, a [Martín] Lousteau y a Larreta, a todos, y construí una legitimidad”, afirmó. “¿Quién es el dueño de Juntos por el Cambio para decidir quién está o no?”, agregó.
Los planes de Macri
Antes de esta ruptura, se vieron numerosas señales de sintonía entre Macri y Milei, en particular después de las primarias de agosto, y de acuerdo con el politólogo argentino Pablo Touzon, el quiebre en la coalición era previsible.
Touzon dijo a la diaria que dentro de Juntos por el Cambio convivían dos alas. Una “que se identifica con la fórmula que encabezó Rodríguez Larreta en las PASO, es liberal en lo económico pero también en lo cultural, y defiende, por ejemplo, la legalización del aborto”. La otra, dijo, “es la de Patricia Bullrichi, que buscaba una mayor homologación con temas de la derecha dura, y sobre todo parecerse a Javier Milei, disputarle ese electorado”. Esos dos sectores aumentaron su distancia entre sí con el surgimiento de Milei, agregó.
Para Touzon, el plan original tanto de Macri como de Bullrich era ganarle primero al ala moderada de Rodríguez Larreta dentro de Juntos por el Cambio, ganar después la elección nacional y recurrir a Milei, que aparecía como un “tercer actor”, para construir con sus votos y sus diputados la mayoría que necesitaban para gobernar.
“Macri ya venía pensando en una coalición con Milei. La diferencia era que pensaba que él iba a conducir a Milei y no que Milei lo iba a conducir a él”, dijo Touzon. “Pensaban en un esquema en el que iba a ganar Bullrich. No salió así, y ahora van a acompañar ellos a Milei”, agregó.
Consideró que una muestra de este escenario de derrota que enfrenta el expresidente es que “si uno mira el derrotero de Mauricio Macri, pasó de querer ser como Barack Obama a querer estar atrás de Milei”. El analista señaló que la gestión del PRO “no era una gestión de ultraderecha. No era Vox. Era otro tipo de planteo ideológico, de reformas, de una derecha o centroderecha más clásica”.
Hoy estamos viendo “un expresidente que termina detrás de una figura a la que hace dos años no conocía nadie”, señaló, y consideró que “terminar ‘trumpizado’ es como darles la razón a los peores críticos que tuvo Macri”.
Consultado sobre si la ruptura de Juntos por el Cambio fue obra del expresidente, tal como afirman otros dirigentes de esa alianza, el analista les dio la razón. Consideró que Juntos por el Cambio tenía dos opciones, una más al centro y una más a la derecha para hacerle frente al espacio que se llamó Frente de Todos, ahora llamado Unión por la Patria. Ante ese escenario, además de hacer “todo lo posible por boicotear la candidatura de centro”, después boicoteó también la más derechista, de Bullrich, que “no contó con todo el apoyo del expresidente”, señaló.
“Macri apenas apareció en la campaña. Parecía como si Milei y Bullrich fuesen parte de una gran interna y él fuera una especie de papa del panliberalismo donde vos podías elegir línea Coca o línea Pepsi, pero en el fondo todo era parecido”, dijo Touzon. “Por eso Patricia Bullrich se quejó durante toda la campaña de que Macri no apareció”, agregó.
El politólogo y consultor señaló que Macri, a lo largo de 25 años de carrera política, tuvo varias coaliciones. “Mi sensación es que Macri ya había decretado, incluso al final de su gobierno, que la coalición con los radicales y con Larreta ya no le interesaba más”, agregó. Con el jefe de gobierno porteño había incluso una disputa personal por el liderazgo, y en los radicales Macri ve una especie de “centrismo ideológico que no lleva para ningún lado”, dijo.
Massa y el peronismo
Consultado sobre qué sectores resultaron ganadores el domingo dentro del peronismo, Touzon respondió que “el gran factótum de todo esto es Massa”, incluso en cuanto a esta ruptura de Juntos por el Cambio. “Si uno tuviera que ponerle un título a eso, diría ‘Cristina los juntó y Massa los rompió’. No solamente porque Juntos por el Cambio se conforma contra [la expresidenta] Cristina [Fernández de Kirchner], sino porque esa coalición creció muchísimo contra Cristina. Cada vez que aparecía Cristina se unían más y les iba mejor”, dijo. “En cambio, la estrategia de Massa, que implicó también darle cuerda a Milei –porque también hizo eso–, terminó por partir Juntos por el Cambio”, dijo.
Touzon señaló que la propia “aparición de Massa otra vez en el firmamento político argentino, y sobre todo su aparición como candidatura del peronismo, le provoca a Juntos por el Cambio toda una serie de problemas que Cristina no le causaba. Eso ya de por sí es un primer dato”.
Incluso en la victoria del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, incidió Massa, según explicó el politólogo, porque los dos cargos se votan el mismo día. “Massa también remolcó hacia adelante la candidatura de Kicillof”, dijo.
“¿Por qué es así, siendo que la economía es un desastre y Massa es ministro de Economía? Creo que esto es así sobre todo porque hay una percepción de que en un gobierno que se iba por la canaleta, como el de Alberto Fernández el año pasado, en un momento en que se borraron todos, incluso Cristina, Massa fue el que se quedó. En términos de liderazgo, eso se le reconoce”, dijo Touzon. Agregó que, además, el candidato de Unión por la Patria “parece que no duerme con relación a su propia ambición política y a la gestión política en Argentina. Massa hoy funciona como una especie de presidente real”.
La próxima votación
Acerca de qué deberían hacer los candidatos para mejorar sus posibilidades para la segunda vuelta, Touzon consideró que “Milei está haciendo un poco lo que tiene que hacer para demostrar algún grado de gobernabilidad, más allá de ser un influencer y un fenómeno disruptivo”. Señaló que “lo único que tiene a mano para mostrar gobernabilidad es Macri, que es un expresidente, que tiene acceso al poder”.
“Más allá de lo electoral en sentido estricto, ese apoyo a él le viene bien. Eso y apelar al antiperonismo”, dijo. Para Touzon, Milei, “cuya relación con la casta ha sido mucho más compleja de lo que sugiere, en el sentido de financiamiento y demás”, va a centrar su discurso más en el antikirchnerismo que en el rechazo a la casta. “Además, al lado de Macri y Bullrich ya ese discurso anticasta le queda más lejos”, señaló.
Sin embargo, con esa estrategia, “el pronóstico es reservado porque Massa no da tanto el physique du rôle del kirchnerista, para decirlo elegantemente”, dijo Touzon. Agregó que “si uno dice ‘no votes al kirchnerismo’ y el candidato es Massa, no es lo mismo que si en su lugar estuviera Kicillof o Cristina Kirchner”.
“Massa es un personaje que se enfrentó a Cristina, que se sabe que es más de centro o de centroderecha, que es un peronista clásico. No da tanto el physique du rôle para la batalla que le están planteando. Y ya Patricia Bullrich perdió en una campaña centrada cien por ciento en el antikirchnerismo”, agregó Touzon. Consideró que esto se explica porque “Cristina ya está saliendo del cuadrante principal, entonces uno siente que desesperadamente vuelven a colocarla en el ring porque fue Cristina lo que unió a Juntos por el Cambio y lo hizo crecer”.
En el caso de Massa, Touzon consideró que lo que le convendría es “desperonizar lo más posible lo que va a presentar hasta la segunda vuelta” y seguir apuntando a lo que planteó como un gobierno de unidad nacional. En este sentido, podría aprovechar la ruptura de Juntos por el Cambio para convocar a una coalición que evite que Milei gane las elecciones y le permita “armar un gobierno lo más abierto posible, a sabiendas de que su llegada al poder, en caso de que gane, es producto de una coyuntura muy especial”. Massa no cuenta con un gran caudal de votantes propios, sino que “por esta especie de empate rarísimo” podría llegar a la presidencia, señaló.
Touzon prevé que la segunda vuelta será una elección muy peleada, en la que crecerá el voto en blanco. “Va a ser muy cerrada la elección, porque a pesar de lo que puede implicar la psiquis de Milei o sus ideas más extravagantes, el antiperonismo es fuerte, sobre todo vistos los resultados del último gobierno en Argentina. Así que el resultado está abierto”, afirmó.
De todos modos, consideró que si poco tiempo atrás se hacía una encuesta para evaluar un posible balotaje entre Milei y Massa, el resultado era un triunfo de Milei por diez o 12 puntos, mientras que hoy, en las encuestas que fueron surgiendo después del domingo, están casi empatados.