Más de 4.600 personas murieron por los bombardeos de las últimas dos semanas en Gaza. La ofensiva dejó además 14.200 heridos en una población de 2,3 millones de personas, según las autoridades palestinas.

Lejos de terminar, el conflicto mantiene su intensidad, y el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anticipó que los bombardeos continuarán mientras se prepara una ofensiva terrestre en la franja. “Antes de que el enemigo se enfrente a las fuerzas blindadas y de infantería, se encontrará con las bombas de la Fuerza Aérea”, dijo.

“La ofensiva terrestre debe ser la última maniobra en Gaza, por la sencilla razón de que después de ella no existirá más Hamas”, afirmó Gallant. “Tomará un mes, dos o tres, pero al final no habrá Hamas”, agregó.

Israel comunicó este domingo a la población del norte de ese territorio palestino que debe irse de allí. “A los residentes de la Franja de Gaza, su presencia en el norte del valle de Gaza pone sus vidas en peligro. Cualquiera que opte por no salir del norte de la Franja de Gaza en dirección al sur puede ser identificado como colaborador de una organización terrorista”, dicen los panfletos lanzados en la zona, según informó la agencia Efe.

Mientras tanto, algunas decenas de camiones con ayuda humanitaria ingresaron el fin de semana a Gaza y otros 170 camiones esperaban del lado egipcio del paso de Rafah. La franja está bloqueada desde el 7 de octubre, cuando el gobierno de Israel cortó el acceso al agua, la electricidad, el combustible y los alimentos en respuesta a los ataques lanzados por Hamas en su territorio, que dejaron 1.400 muertos y más de 200 personas secuestradas.

Rafah se abrió el sábado para permitir el paso de una veintena de camiones, cuyo contenido fue antes verificado por Israel. Este domingo se volvió a abrir para dejar pasar 17 camiones con medicamentos, suministros médicos y alimentos, y, según informó Europa Press, hubo un tercer ingreso de 14 camiones más.

Si bien esas cantidades son consideradas insuficientes para las necesidades de la población de Gaza, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, consideró que el envío es “otro pequeño atisbo de esperanza para los millones de personas que tanto necesitan ayuda humanitaria”.

Tensiones regionales

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, manifestó su preocupación de que este conflicto se extienda a otros países de Medio Oriente. En una entrevista con la cadena ABC dijo que ya se percibe un aumento en los ataques a tropas y ciudadanos estadounidenses en la zona. “Es por eso que vamos a hacer lo que sea necesario para asegurarnos que nuestras tropas estén en la posición correcta, estén protegidas y tengamos la habilidad de responder”, dijo. Poco antes, el Pentágono había anunciado que enviaría más misiles y sistemas de defensa a la región ante las acciones de “intensificación” de las tensiones por parte de “Irán y sus apoderados”.

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, dijo la semana pasada que “el tiempo se acaba para las soluciones políticas” y “la probable propagación de la guerra a otros frentes se acerca a un punto inevitable”.

A su vez, en la frontera entre Israel y Líbano aumentaron en los últimos días los enfrentamientos entre el ejército israelí y la milicia chiíta Hezbollah. El vicesecretario general de Hezbollah, Naim Qasem, advirtió días atrás que si Israel lanza una ofensiva por tierra en Gaza, su organización “intervendrá en la guerra”. Después, sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Abdalá Bou Habib, manifestó que “Hezbollah no entrará inmediatamente” porque “Hamas puede resistir durante meses”.

Hasta la frontera con Líbano se desplazó este domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Si Hezbollah decide entrar en la guerra, añorará la segunda guerra del Líbano. Estará cometiendo el peor error de su vida”, manifestó el gobernante a los militares, según un comunicado de su oficina citado por Efe. “Golpearemos a Hezbollah con una fuerza que ni siquiera puede imaginar, y las consecuencias para ellos y para Líbano serán devastadoras”, agregó.