Durante los últimos 30 años se impulsaron varios proyectos de reforma tributaria en Brasil sin que ninguno llegara a aprobarse. Apuntaban especialmente a modificar los impuestos al consumo. Finalmente, una de esas iniciativas fue aprobada la semana pasada y promulgada el miércoles por el Congreso, en un acto en el que participaron el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y autoridades del Poder Judicial. “Es un día histórico, extremadamente importante”, dijo Lula. Consideró que si bien la reforma “no solucionará todos los problemas”, “ayudará a enfrentarlos”.

La nueva norma, que fue bien recibida por los sindicatos y los gremios patronales, unifica cinco impuestos al consumo en un IVA de 25%, cuyo cobro se reparte entre el gobierno nacional y el de los estados y alcaldías. De ese modo, se busca simplificar el sistema y evitar que el gobierno brasileño y las regiones compitan por la recaudación.

Por otra parte, exceptúa de los impuestos a algunos componentes de la canasta básica, y agrega un tributo nuevo a productos considerados nocivos para la salud o el medioambiente, como tabaco, alcohol, alimentos ultraprocesados y pesticidas.

“No se trata sólo de una reducción en la cantidad de tributos, sino de un cambio cualitativo del modelo”, dijo Lula, según citó O Globo. “La transparencia del sistema va a atraer inversiones y crear empleos. Va a reducir las desigualdades sociales y producir desarrollo ecuánime para todos los brasileños”, afirmó.

“Estoy sumamente feliz. Feliz porque la economía ha crecido, porque la inflación está bajando, las tasas de interés están bajando, el salario mínimo está aumentando”, dijo el presidente, que está por completar su primer año de gobierno. Agregó que esta reforma va a “facilitar la inversión, para hacer que los que tienen más paguen más impuestos y los que tienen menos paguen menos, y hacer que Brasil crezca aún más”, según citó Télam.

De acuerdo con la Agencia Brasil, el nuevo sistema entrará en vigor en 2026 y se implementará de forma progresiva hasta 2033. En ese plazo desaparecerán varios de los actuales impuestos, que serán sustituidos por otros más sencillos, y en 2043 se creará un Fondo de Desarrollo Regional para apoyar a los estados más pobres.

A lo largo de 2024 el Congreso deberá aprobar leyes complementarias que regulen esta reforma tributaria. Esas iniciativas serán enviadas en las primeras semanas del año que viene al Congreso por el Ministerio de Economía.