Sobre el mediodía de este domingo, Javier Gerardo Milei asumió la presidencia argentina.

Poco antes de las 12.00, la vicepresidenta saliente, Cristina Fernández, presidió la breve sesión de la Asamblea Legislativa en el Congreso en la que le tomó juramento en primer lugar al mandatario entrante.

Posteriormente, el presidente saliente, Alberto Fernández, le colocó la banda y le cedió el bastón, los atributos presidenciales, a su sucesor, visiblemente emocionado.

Luego Cristina Fernández le tomó juramento a la vicepresidenta entrante, Victoria Villarruel, quien pasó a presidir la sesión, que dio por finalizada casi de inmediato.

Después, cambiando la tradición, el mandatario electo no habló ante los legisladores, sino que se trasladó hasta las escalinatas de acceso al Congreso, desde donde ofreció su primer discurso como presidente en funciones ante una multitud que había llegado hasta el lugar portando banderas argentinas y también las amarillas que identifican a los libertarios.

Entre las autoridades extranjeras presentes, se destacó la presencia de los presidentes de Chile, Gabriel Boric; de Ecuador, Daniel Noboa; de Paraguay, Santiago Peña; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y del rey de España, Felipe VI. De acuerdo a lo que se había anunciado en los días previos, también estuvieron el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al igual que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro.

“Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país. Los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno, no hay vuelta atrás”, dijo Milei en el comienzo de su alocución.

Enseguida, el flamante presidente ultraderechista pasó a detallar la situación económica y financiera del país –tergiversando algunos datos–, dejando en claro, a propósito, que los que vienen no serán momentos fáciles para la población.

“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, expresó Milei, quien luego, en dos ocasiones, remarcó que no será posible salir de la situación actual sin un fuerte ajuste.

Con respecto a esta drástica medida, y a diferencia de lo que había dicho decenas de veces durante la campaña electoral, el nuevo presidente argentino dijo que el ajuste “lo pagará el Estado y no el sector privado”, sin hacer referencia alguna a la casta política.

Milei anticipó que su gobierno “tomará medidas muy duras”, que calificó como “inevitables”, para evitar caer en una hiperinflación. “No hay plata”, reafirmó Milei, quien dejó muy claro que se vienen tiempos muy duros.

“Naturalmente, eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”, agregó.

También en una parte de su discurso Milei les habló directamente a los movimientos sociales y a los piqueteros: “Quien corta las calles no recibirá asistencia de la sociedad; el que corta no cobra”.

Luego del discurso, acompañado de su hermana Karina, Milei se trasladó desde el Congreso hasta la Casa Rosada, donde fue saludado personalmente por todos los dignatarios extranjeros que llegaron para su asunción.

Más tarde, tras un breve mensaje hacia sus partidarios que se reunieron en la Plaza de Mayo, Milei firmó su primer decreto como presidente, que consistió en el nuevo ordenamiento de los ministerios, con nueve carteras, ya que finalmente Salud seguirá como tal y no será absorbida por la de Capital Humano, de acuerdo a lo que informó Ámbito Financiero.

Más tarde, todos los ministros juraron sus cargos ante el presidente, ceremonia que se llevó a cabo llamativamente a puertas cerradas. Los integrantes del nuevo gabinete son: Luis Caputo (Economía), Diana Mondino (Relaciones Exteriores), Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa), Guillermo Francos (Interior), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Guillermo Ferraro (Infraestructura, cartera que unificará Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones), Sandra Pettovello (Capital Humano: unificará Desarrollo Social, Trabajo y Educación) y Mario Russo (Salud).

La nutrida agenda de Milei en sus primeras horas como mandatario incluyó una reunión bilateral con el ucraniano Zelenski, en la que también participó la canciller Mondino.

Ya entrada la tarde, Milei junto a su comitiva y a centenares de invitados se trasladaron desde la Casa Rosada hacia la cercana Catedral Metropolitana, donde se celebró una ceremonia interreligiosa que fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en la que también participaron un rabino, un imán, un pastor evangelista, un arzobispo ortodoxo y un obispo anglicano.