En sus visitas a Argentina y Chile de esta semana, el canciller alemán, Olaf Scholz, puso sus expectativas en asegurar el acceso al litio que se encuentra en esos países y que grandes empresas automotrices de Alemania necesitan para las baterías de sus vehículos eléctricos. En gran medida, ese mineral es comprado hoy por China. Alemania intenta revertir esa situación y lo hace en un momento en que la guerra en Ucrania empuja a Berlín a buscar nuevas energías y nuevos proveedores, y a evitar la dependencia de Rusia y China.

En Buenos Aires, luego de reunirse con el presidente argentino, Alberto Fernández, Scholz habló de desarrollar la producción nacional de materias primas y dijo, sin mencionar a China, que está en contra de una política “que sólo sirve a los intereses de ese país, que quiere procesar los productos por sí mismo”.

Fernández, a su vez, dijo que avanzó con Scholz en acuerdos sobre el gas de Vaca Muerta, los yacimientos de litio y la producción de hidrógeno verde. Según citó el diario Ámbito, el presidente argentino dijo que su país tiene interés en atraer inversiones alemanas en esas áreas para que el gas licuado se produzca allí mismo. Consideró que Argentina podría convertirse “en un proveedor seguro de gas y energía” para Europa y otras regiones del mundo. Según informó la Deutsche Welle, desde hace dos años la empresa automotriz alemana BMW extrae el litio de Catamarca.

Después, en Santiago, Scholz apuntó a ofrecerle al presidente chileno, Gabriel Boric, un acuerdo más atractivo que el que tiene su país con China. Según señaló la agencia Bloomberg, Chile es el segundo mayor proveedor mundial de litio después de Australia, y buena parte de su producción es absorbida por Pekín.

Scholz dijo que “hay estados que piensan que todas las materias primas provienen de China, pero esto no es cierto. De hecho, muchas materias primas vienen, por ejemplo, de Argentina o Chile, se envían a China, se procesan allí y luego se venden nuevamente”. A continuación agregó: “La pregunta es: ¿no se puede trasladar el procesamiento de estos materiales, que crea miles de empleos, a los países de donde provienen estos materiales?”.

Según la revista Forbes, cerca de 57% de los yacimientos mundiales de litio se encuentran en la región de Chile, Argentina y Bolivia. En cuanto a su compra, China va a la cabeza, mientras que incluso Estados Unidos está mejor posicionado que Europa.

Alemania y también Europa están decididas a cambiar esto. Un informe de la Unión Europea citado por TN muestra que el bloque está preocupado por el avance de China en América del Sur y que prepara para 2023 una contraofensiva diplomática y comercial para volver a posicionarse en la región. La Unión Europea considera que ha descuidado a América Latina, mientras que China multiplicó por 26 su inversión en la zona entre 2000 y 2020. Es así que China “es el primer o segundo socio comercial más importante de los países de América Latina y el Caribe, desplazando a la Unión Europea y superando a Estados Unidos en muchos países”, dice el informe.

Según Forbes, en Chile y Argentina aterrizó la empresa alemana Deutsche E-Metalle, que quiere “convertirse en uno de los principales especialistas mundiales en los campos de los materiales y la movilidad electrónicos”. A su vez, la empresa china Ganfeng Lihitum compró la firma argentina Lithea, que tiene las licencias de dos lagunas de sal de litio en Salta.

En Chile, sólo dos empresas producen litio: la estadounidense Albemarle Corp. y la firma local SQM, señaló Bloomberg. Pero según ese medio especializado en economía, la empresa china Tianqi Lithium Corp. tiene una participación de más de 20% en SQM. Por el momento, China es además el país que tiene más de la mitad de la capacidad mundial de refinar el litio en productos químicos para baterías.