La histórica hegemonía de la Asociación Nacional República, el Partido Colorado paraguayo, se volvió a confirmar en las elecciones celebradas este domingo, en las que el candidato del sector, Santiago Peña, se impuso con claridad, convirtiéndose así en el sucesor del actual presidente, Mario Abdo Benítez.

Cuando se habían contabilizado 99,83% de los votos, el postulante colorado, un economista de 44 años muy cercano al expresidente Horacio Cartes, tenía 42,74% de los votos, imponiéndose con claridad sobre la coalición liderada por Efraín Alegre, la Concertación Nacional para un Nuevo Paraguay, que obtuvo apenas 27,48%.

Al no existir la segunda vuelta en el sistema electoral paraguayo, Alegre, su candidata a la vicepresidencia, Soledad Núñez, y otros dirigentes y militantes de la coalición durante la campaña llamaron permanentemente al electorado a ejercer un “voto útil”, considerando que todo lo que no fuera apoyarlos a ellos sería favorable a los colorados.

Así fue que muchos analistas aseguraron que el principal aliado de los colorados en la pugna electoral terminó siendo quien finalizó tercero en la contienda, el candidato Paraguayo Cubas, quien al frente del partido Cruzada Nacional obtuvo 22,92% de los votos.

Con un discurso antisistema, no exento de agresividad e incluso llegando a agresiones físicas y verbales, Cubas, quien ya había sido electo legislador en las anteriores elecciones, aunque luego fue destituido de su cargo por sus colegas por haber golpeado a un policía, tendrá ahora la tercera bancada más importante, ya que en los comicios de ayer, además de presidente, se elegían senadores, diputados y también se votaban las autoridades departamentales de todo el país.

Si bien había otras diez candidaturas presidenciales además de las mencionadas, sus adhesiones fueron pobrísimas. Por ejemplo, el exarquero José Luis Chilavert, quien se postuló por el Partido de la Juventud, quedó en quinto lugar y ni siquiera llegó a 1% de los votos.

La jornada electoral, de acuerdo a lo que informaron medios locales, estuvo signada por las largas colas en los locales de votación y por numerosas denuncias de irregularidades.

Según informó el diario Última Hora, en el comienzo de la jornada electoral se reportaron muchos casos de voto asistido a adultos mayores en los cuartos secretos, donde estaban las máquinas electrónicas de votación. Las denuncias fueron realizadas por representantes de la Concertación, que acusaron a los colorados de infringir las normativas.

Ante este panorama, los miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) recordaron a la ciudadanía que esta modalidad únicamente era permitida para personas no videntes o con algún impedimento físico que no les permitiera utilizar la máquina de votación. Jorge Bogarín, titular del organismo electoral, fue muy claro al mencionar que una persona de la tercera edad no puede entrar acompañada. “Hay gente que se desplaza lentamente o con bastón y quieren asistencia, pero eso está prohibido. No tiene por qué llegar acompañado”, afirmó Bogarín.

Por su parte, el diputado Sebastián Villarejo, integrante del partido Patria Querida, uno de los que conformaron la coalición que lideró Alegre, afirmó en una entrevista con Radio Ñanduty que la gran cantidad de denuncias que se registraron durante la jornada cívica es “una señal de miedo y temor”, y aseguró que en realidad no se trata de una asistencia al voto, sino que “se obliga a la gente a votar por alguien porque hay un pago económico”.

Según Última Hora, Peña habló desde la Junta de Gobierno, después de que se había escrutado el 80% de los votos en el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares del TSJE. El electo mandatario de Paraguay saludó al público de la mano del expresidente Horacio Cartes, al que agradeció “por esta victoria colorada”, y “por esta victoria paraguaya”. “Horacio, admiro la inmensidad de tu calificada obstinación por la suerte de la ANR, aquella vez rescatándolo de la llanura, esta vez uniendo a la familia. Tu aporte no se paga, sino con la moneda del respeto”, expresó Peña.

También agradeció a su familia, a sus padres por los “valores”, y a sus hermanos y amigos, “quienes confiaron en mí”. “Gracias a mis hijos, a mi esposa, mi compañera y amiga”, subrayó.

Peña señaló que no va “a defraudar”, y dijo que desde este lunes “empezará a diseñar el país” que todos quieren. “Tenemos mucho por hacer. La tarea que nos espera es mucha. Ha llegado el tiempo de dejar de lado nuestras diferencias”, sostuvo.

Por su parte, Alegre reconoció la derrota en una conferencia de prensa desde su domicilio. El candidato a la presidencia que quedó en segundo lugar lamentó la división de la oposición y dijo que “el mensaje es muy claro, la ciudadanía nos señala que unidos somos mayoría, es una tarea pendiente que le queda a la Concertación Nacional. Luchar. Hay una gran esperanza de cambio en el país y nos reclaman un proyecto que logre unir al país”.

El actual presidente paraguayo, Mario Abdo, felicitó desde su cuenta de Twitter “al pueblo paraguayo por su gran participación en esta jornada electoral y al presidente electo” Santiago Peña, y dijo que trabajarán juntos “para iniciar una transición ordenada y transparente, que fortalezca a nuestras instituciones y a la democracia del país”.

Por su parte, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, escribió un tuit para felicitar a Peña y agregó: “Vamos a continuar trabajando junto con el Paraguay para complementar nuestras economías. Confiamos en potenciar en conjunto nuestra región para abrirnos al mundo”.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, felicitó a Peña y le deseó suerte en su mandato. “Vamos a trabajar juntos por relaciones cada vez mejores y más fuertes entre nuestros países, y por una América del Sur con más unión, desarrollo y prosperidad”, agregó Lula en Twitter.

Alberto Fernández, el presidente argentino, escribió en la misma red social que se había comunicado telefónicamente con Peña para felicitarlo y señaló que “Latinoamérica debe unirse, la integración es el camino”.