La Corte Suprema estadounidense rechazó el jueves un pedido de dirigentes republicanos para mantener el llamado Título 42, que quedó sin efecto la semana pasada. Esa legislación, que fue impuesta por el gobierno de Donald Trump en marzo de 2020, durante la pandemia, permitía a las autoridades expulsar de manera inmediata a los migrantes que llegaban a la frontera, alegando motivos sanitarios. Incluso quienes fueran candidatos a pedir el estatus de refugiados eran expulsados, y en total unos 2,8 millones de personas sufrieron los efectos de esa norma.
El fin de esta ley fue celebrado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). “Por supuesto, damos la bienvenida al levantamiento del Título 42. Ese Título 42 separó familias, forzó a familias a realizar viajes muy peligrosos, los traficantes se beneficiaron y, lo que es más importante, le mandó un mensaje terrible al resto del mundo, al contravenir el derecho internacional en materia de refugiados y de derechos humanos”, dijo a la agencia Efe la alta comisionada adjunta de Acnur, Kelly Clements.
Sin embargo, para quienes intentan migrar a Estados Unidos sin papeles la situación está lejos de resolverse. Tanto es así que muchas personas se apuraron a ingresar al país antes de que cambiara la legislación, informó la BBC. Esto se debió a que se generó el temor de que la normativa que quedó en su lugar, el Título 8, no mejore la situación para los migrantes. Si bien esta norma contempla la solicitud de asilo, establece que se debe pedir antes de ingresar al país. De este modo, quienes ingresen sin haber solicitado ese estatus podrán ser expulsados.
Según informó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en los cuatro días siguientes al fin del Título 42, el número de personas que llegaron a Estados Unidos sin documentos o que fueron detenidas por las autoridades migratorias se redujo en más de 50%. El ministro llamó a los migrantes a pedir asilo mediante una aplicación habilitada con ese fin o en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. “No hay ninguna necesidad de que caigas en manos de gente que te cobra 7.000 dólares; te prometen llevarte a Estados Unidos y hemos tenido ya muchos accidentes graves [...] es un riesgo”, dijo.
En un comunicado titulado “Se cancela el Título 42, pero la crisis migratoria continúa en México y América Central”, Médicos sin Fronteras advirtió que “miles de personas migrantes en la frontera norte de México y en otras partes de la ruta hacia Estados Unidos siguen enfrentando duras condiciones de albergue, seguridad, hábitat, alimentación y saneamiento por cuenta de políticas que criminalizan la migración”. Si bien la organización señaló que el final del Título 42 era “una decisión largamente esperada”, también remarcó que “la única opción legal actualmente para estas personas es una aplicación digital colapsada que no sustituye la obligación de ese país de construir un sistema de asilo digno y seguro”.
La jefa de la misión de Médicos sin Fronteras en México y América Central, Adriana Palomares, recordó en el comunicado que durante tres años la organización pidió el fin del Título 42, pero agregó: “Esperábamos que los procesos para acoger a quienes buscan protección se restablecieran con el fin de esta norma. Por desgracia, la administración Biden parece centrada en erigir nuevas barreras al acceso al asilo”.
Sobre la nueva legislación, Palomares señaló que los migrantes hoy pueden enfrentar “una multa o sanción antes de ser deportados” y “si se les sorprende intentando volver a entrar en Estados Unidos, pueden enfrentarse a cargos penales y se les puede prohibir la entrada en el país o la solicitud de asilo por al menos cinco años”. Señaló que “esta realidad muestra que, contrario a lo prometido en campaña, la actual administración de Estados Unidos no ha logrado restablecer un sistema de asilo digno”.