En una medida que generó sorpresa, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski informó este domingo que pedirá esta semana al Parlamento que destituya al ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, y lo reemplace por Rustem Umerov.

El anuncio, incluido en el habitual discurso que el mandatario realiza cada noche, prepara el escenario para una reorganización de la estrategia del país en la guerra con Rusia, que ya lleva 18 meses.

Nombrado ministro de Defensa en noviembre de 2021, las gestiones de Reznikov fueron importantes para que Ucrania obtuviera miles de millones de dólares de ayuda militar de parte de países occidentales para apoyar el esfuerzo bélico, aunque su gestión estuvo rodeada de acusaciones de corrupción en su ministerio, algo que él calificó como difamaciones.

“He decidido sustituir al ministro de Defensa de Ucrania. Oleksii Reznikov ha pasado por más de 550 días de guerra a gran escala. Creo que el ministerio necesita nuevos enfoques y otros formatos de interacción tanto con el ejército como con la sociedad en su conjunto”, expresó Zelenski, de acuerdo a lo que consignó la cadena panárabe Al Jazeera.

El futuro ministro de Defensa, Umerov, es un exlegislador tártaro de Crimea de 41 años, dirige el Fondo de Propiedad Estatal de Ucrania desde setiembre del año pasado y desempeñó un papel importante en negociaciones, por ejemplo, el acuerdo de cereales del Mar Negro.

Precisamente este acuerdo fue el tema central de una conversación entre Zelenski y su homólogo francés, Emmanuel Macron. Después de que Moscú dejara sin efecto su participación en el acuerdo, el gobierno ucraniano pretende la implementación de un corredor marítimo para la navegación segura de los barcos.

La llamada telefónica entre los mandatarios de Ucrania y Francia se produjo en la víspera de una reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, en la que se planteará la reinstauración del acuerdo de exportación de cereales.

El gobierno ucraniano informó que la semana pasada cuatro barcos más habían atravesado su corredor marítimo temporal en el Mar Negro, establecido el mes pasado para garantizar una navegación segura.

En otro orden, pero también hablando de barcos, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa negó las acusaciones planteadas por Estados Unidos de que un barco ruso había recogido armas en Sudáfrica a finales del año pasado. Ramaphosa dijo que una investigación sobre la acusación no encontró evidencia de que el barco hubiera transportado armas a Rusia.

“No se ha demostrado que ninguna de las acusaciones hechas sobre el suministro de armas a Rusia sea cierta”, dijo Ramaphosa en un discurso televisado. “No se emitió ningún permiso para la exportación de armas y no se exportaron armas”, afirmó el mandatario.

La controversia diplomática entre los dos países comenzó cuando el embajador de Estados Unidos en Sudáfrica, Reuben Brigety, dijo a periodistas locales en mayo que un barco ruso había cargado armas en una base naval cercana a Ciudad del Cabo en diciembre.

Las acusaciones de Estados Unidos plantearon dudas sobre la postura de no alineación y neutralidad de Sudáfrica respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania y preocupaciones sobre posibles sanciones occidentales.