El movimiento islamista palestino Hamas confirmó el viernes que Israel mató a su principal dirigente, Yahya Sinwar. “Se levantó como un héroe, como un mártir”, manifestó Hamas en un mensaje que leyó su líder en la Franja de Gaza, Jalil al Haya. Agregó que la muerte de Sinwar “sólo fortalecerá aún más” al movimiento y que “la ocupación pronto lamentará” esto.
Al Haya recordó que antes de Sinwar hubo una “larga lista” de líderes de Hamas asesinados por Israel, desde su fundador, Ahmed Yassin, hasta Ismail Haniyeh, que fue atacado en Teherán, ciudad a la que viajó para asistir a la asunción de un nuevo gobierno iraní. “Matar a nuestros líderes no significa nuestro fin”, dijo otro dirigente, Basem Naim, integrante del buró político de Hamas, según citó Efe.
También Irán afirmó que la muerte de Sinwar inspirará a otros. La misión permanente iraní ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó que la muerte en combate del dirigente de Hamas servirá para “fortalecer” el “espíritu de resistencia” de la población palestina.
A su vez, el líder de los hutíes de Yemen, Abdulmalik al Huti, reafirmó que continuarán con la “escalada en las operaciones militares en el mar, así como en los ataques con misiles y aviones no tripulados en las profundidades de la Palestina ocupada contra el enemigo sionista”.
En Yemen hubo manifestaciones para expresar solidaridad con los palestinos ante el asesinato del líder de Hamas, y también las hubo en Jordania y otros países de la región, informó France 24.
Para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la muerte de Sinwar implica “el comienzo del día después de Hamas”. Tal como recordó el viernes ese movimiento palestino en su comunicado, Sinwar había planeado los ataques del 7 de octubre de 2023 contra Israel, y por eso era una de las personas más buscadas por el ejército israelí.
Pero Netanyahu aclaró que esta muerte no detendrá los ataques en Gaza, que seguirán hasta que Israel consiga todos sus objetivos, entre ellos liberar a los rehenes que están en manos de milicianos palestinos desde hace un año.
Una de las primeras voces en pedir que se retomen las negociaciones hacia un cese del fuego fue, justamente, la de los familiares de los secuestrados por Hamas, que reclaman su regreso.
También el secretario general de la ONU, António Guterres, consideró que se debe ir “a un alto el fuego inmediato, a la liberación incondicional de todos los rehenes y al acceso sin restricciones de ayuda humanitaria en Gaza”. Así lo dijo su portavoz adjunto, Farhan Haq. Por otra parte, ante consultas de periodistas sobre el asesinato de Sinwar, Haq aclaró que el secretario general “no comenta acontecimientos de esta naturaleza”.
El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, le había reprochado públicamente a Guterres que no haya “recibido con agrado la eliminación del architerrorista Yahya Sinwar” y lo había acusado de tener una “agenda antisemita”, de acuerdo con Europa Press.
Otro dirigente que llamó a negociar un cese del fuego fue el presidente estadounidense, Joe Biden. “Se lo dije al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: hagamos de este momento una oportunidad para buscar un camino hacia la paz, un futuro mejor en Gaza sin Hamas”, afirmó, de visita en Berlín.
La posición de Biden fue cuestionada por el candidato opositor a la presidencia estadounidense, Donald Trump. “Está intentando contenerlo [a Netanyahu] y probablemente debería hacer lo contrario”, dijo ante periodistas en Detroit. “Está haciendo un buen trabajo”, valoró sobre el primer ministro israelí.
En Berlín, junto a Biden, el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que espera que se abra “una perspectiva concreta para un alto el fuego en Gaza y un acuerdo para la liberación de los rehenes”. Agregó que el objetivo “sigue siendo un proceso político creíble hacia una solución de dos Estados, y estamos plenamente comprometidos con ello”.
Keir Starmer, el primer ministro británico, coincidió en que “la respuesta [a este conflicto] es la diplomacia” y “ahora debemos aprovechar al máximo este momento”. Agregó que “lo que se necesita ahora es un alto el fuego en Gaza, la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, el acceso inmediato de la ayuda humanitaria y retomar el camino hacia la solución de los dos Estados como única forma de lograr la paz y la seguridad a largo plazo”.
Del mismo modo, el presidente francés, Emmanuel Macron, había dicho el jueves que la muerte de Sinwar es un “punto de inflexión” que “hay que aprovechar para liberar a todos los rehenes y poner fin a la guerra”.
Una decena de embajadores de países árabes reclamaron el viernes ante la ONU que se apruebe una resolución que fuerce a Israel a detener los ataques, y además cuestionaron la pertenencia de ese Estado a la organización. El embajador palestino, Riyad Mansour, dijo que “no debería ser tabú” que el Consejo de Seguridad aplique medidas coercitivas ante amenazas para la paz, ni tampoco “debería ser tabú en la Asamblea General cuestionar el asiento de un país que no nos respeta”, que “actúa con semejante arrogancia y falta de respeto a sus obligaciones bajo la Carta de Naciones Unidas”.
La ofensiva israelí lanzada en respuesta a los atentados de Hamas ya dejó 42.500 muertos y 99.500 heridos en la Franja de Gaza. En Líbano, país desde el cual la milicia chiita Hezbolá ha atacado a Israel en respaldo a los palestinos, los militares israelíes mataron a más de 2.400 personas, según el gobierno libanés.
El viernes Hamas denunció que el ejército de Israel cortó las comunicaciones en el norte de la Franja de Gaza, donde se concentran los ataques militares, y advirtió del impacto que puede tener esta acción en la coordinación de los equipos médicos y rescatistas.