En el cierre de su gira por África, desde la ciudad de Adís Abeba, la capital de Etiopía, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, comparó este domingo, en una conferencia de prensa, las acciones del ejército de Israel en la Franja de Gaza con el holocausto perpetrado por los nazis contra el pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuando le preguntaron sobre la reciente decisión de algunos países de suspender la ayuda humanitaria a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) por el presunto involucramiento de algunos de sus integrantes con Hamas, Lula la cuestionó.
“¿De qué tamaño es la consciencia política de esta gente y cuál es el tamaño del corazón solidario de esta gente que no está viendo que en la Franja de Gaza no hay una guerra, sino un genocidio?”, se preguntó el mandatario de 78 años, de acuerdo a lo que consignó el portal Metrópoles.
Hablando específicamente sobre la UNRWA, Lula agregó: “Si alguna persona dentro de esta institución que recibe fondos cometió un error o falló, debe ser castigado, pero no se puede suspender la ayuda para un pueblo que hace tantas décadas está intentando construir su Estado”.
Posteriormente, el presidente brasileño dijo que “lo que está pasando en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no sucedió en ningún momento de la historia, salvo cuando Hitler resolvió matar a los judíos”.
Las reacciones a los dichos del líder del Partido de los Trabajadores no se hicieron esperar.
Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu escribió en su cuenta de X que los dichos de Lula “banalizan el holocausto y son perjudiciales para el pueblo judío y el derecho de Israel a defenderse”.
Netanyahu expresó también que “comparar a Israel con el holocausto nazi y con Hitler es cruzar una línea roja. Israel lucha para defenderse y asegurar su futuro hasta la victoria total, y lo hace defendiendo el derecho internacional”.
Paralelamente, el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno israelí, Israel Katz, informó que llamó a consultas al embajador brasileño en su país, Frederico Meyer, quien deberá comparecer en la sede de la cancillería este lunes.
“Las palabras del presidente de Brasil son vergonzosas y graves. Nadie dañará el derecho de Israel a defenderse. Ordené al personal de mi oficina que mañana convocara al embajador de Brasil para una llamada de amonestación”, escribió Katz en X, informó la revista CartaCapital.
A su vez, la Confederación Israelita de Brasil (Conib), entidad que nuclea a la mayor parte de las entidades judías brasileñas, emitió un comunicado de repudio a los dichos del presidente Lula.
“Los nazis exterminaron a seis millones de judíos indefensos en Europa solamente por el hecho de ser judíos. Israel se está defendiendo ahora de un grupo terrorista que invadió el país, mató a más de 1.000 personas, promovió violaciones masivas, quemó vivas a personas y defiende en su Carta Fundacional la eliminación del Estado judío”, expresa el comunicado de la Conib.
“El gobierno brasileño viene adoptando una postura extrema y desequilibrada en relación al trágico conflicto en Medio Oriente, abandonando la tradición del equilibrio y la búsqueda del diálogo en la política exterior brasileña”, agregó el texto difundido por la entidad.
Históricamente, Brasil ha defendido, en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, el reconocimiento del Estado palestino como Estado pleno y soberano.
Esta posición deja en claro que el territorio palestino incluye, además de la Franja de Gaza y Cisjordania, Jerusalén Oriental como capital.
En la conferencia de prensa de este domingo en la capital etíope, Lula reiteró una vez más que condena enérgicamente los ataques de las milicias de Hamas contra civiles israelíes acontecidos el 7 de octubre, pero también criticó la respuesta del gobierno israelí. “Brasil condenó a Hamas, pero no puede dejar de condenar lo que el ejército israelí está haciendo en la Franja de Gaza”, dijo.
También atribuyó los conflictos en curso en Medio Oriente y también la guerra en Ucrania a la falta de un órgano de deliberación internacional que actúe con eficacia. “No tenemos gobernanza”, consideró el presidente brasileño.